El AVE afronta un nuevo obstáculo que dificulta su llegada a la frontera en 2009

El Ministerio de Medio Ambiente ha pedido al Gobierno catalán nueva información sobre el impacto ambiental del túnel del AVE por la calle de Provença, en Barcelona. El trazado definitivo fue aprobado en abril de 2006 y salió a información pública el 10 de mayo. Pero sigue pendiente de la declaración de impacto ambiental. Las obras tienen que estar listas en 2009 para poder llegar a Francia, en función de un pacto alcanzado entre ambos gobiernos. Algunos departamentos de la Generalitat no habían recibido ayer la petición de Medio Ambiente, hecha hace 15 días.

El AVE tenía que haber llegado a Barcelona y a Francia en 2004. La llegada a Barcelona ha sido pospuesta a finales de este año. A Francia, hasta 2009. Si las obras hasta Barcelona se realizan a un ritmo acelerado, algunas de las que deben permitir llegar a Francia ni siquiera tienen la declaración de impacto ambiental. Y sin ella no se puede ni licitar ni adjudicar las obras. Así ocurre con el trazado en la ciudad de Barcelona, dividido, a efectos ambientales, en dos tramos: Sants-Sagrera y Sagrera-nudo de la Trinitat. El segundo está casi listo, el primero, en cambio, sigue encallado.

El Ministerio de Medio Ambiente cursó hace 15 días cuatro cartas a otros tantos organismos catalanes en los que recaba nuevos datos sobre la capa freática (aguas subterráneas) y la afectación que la obra pueda suponer para el templo de la Sagrada Familia, según ha explicado un portavoz del ministerio. La Agencia Catalana del Agua recibió la petición a finales de la pasada semana. La dirección de Patrimonio Cultural, dependiente del Departamento de Cultura, no ha recibido, en cambio, la petición, y su portavoz aseguró que no tenían noticia alguna al respecto. Sin embargo, fuentes del Ministerio de Fomento aseguraron a este diario que además de la carta se había comunicado a Cultura el interés de Medio Ambiente "de modo más directo", es decir, a través de una llamada telefónica.

Lo que no está claro es cuándo puedan estar listas estas nuevas informaciones. Es un asunto que preocupa tanto a Fomento como al Gobierno catalán. Ambos se habían dirigido a Medio Ambiente para pedir mayor celeridad en la declaración de impacto ambiental.

La construcción de los 5,6 kilómetros de túnel en Barcelona puede suponer un año y medio de obras. Pero éstas difícilmente podrán empezar antes del verano, porque se necesita un tiempo mínimo para la licitación y adjudicación. Pero este trámite no puede empezar sin declaración de impacto ambiental. A los dos años inevitables hay que añadir el tiempo imprescindible para pruebas (no inferior a tres o cuatro meses). Es decir, el túnel difícilmente podrá estar listo para su uso comercial antes de mediados de 2009. Todo ello suponiendo que Medio Ambiente no cuestione el trazado ya decidido. Si lo invalidara, los plazos serían casi imposibles de cumplir.