Menos caballos, más MP3
Los fabricantes dejan de lado los enormes coches de grandes cilindradas en favor de compactos bien equipados
Los grandes grupos automovilísticos ya no quieren vender coches repletos de caballos, sino de tecnología. Las grandes novedades del Salón de Detroit, que se celebra hasta el día 21, no son tanto los coches de gran tamaño y cilindrada, que son vistos en declive incluso en Estados Unidos, sino vehículos a escala más humana y bien dotados de innovaciones para la seguridad o el entretenimiento.
En este sentido, Ford sorprendió en Detroit anunciando un acuerdo en exclusiva con Microsoft para equipar sus coches con la tecnología del gigante de la informática, empezando por el compacto superventas Focus que se lanzará en 2008. Se llama sync y se trata de que el conductor pueda manejar con la voz toda una serie de aplicaciones informáticas, desde el navegador al teléfono, el Zune e incluso el iPod, el más popular reproductor de música portátil. Lo curioso es que ni siquiera Apple, fabricante del iPod, ha ofrecido el manejo con voz de su producto estrella.
Todos los coches lanzados en Detroit vienen preparados para el iPod u otros reproductores de música en formato MP3. El anuncio del pacto de Ford y Microsoft, que rubricaron sus presidentes Bill Ford y Bill Gates, trata de responder a las críticas a la marca del óvalo sobre una falta de iniciativa en los últimos años. El Focus es el segundo coche más vendido en España, tras el Mégane, pero el acuerdo puede extenderse a otros modelos de Ford.
El alto precio del petróleo y las nuevas exigencias medioambientales y de seguridad invitan a los fabricantes a dejar de lado los enormes coches que siempre han fascinado a los norteamericanos y las grandes cilindradas devoradoras de gasolina que se podían permitir en otros tiempos.
Algún fabricante ha ido contracorriente -Toyota, que tiene una imagen más ecológica, ha presentado un descomunal pick-up llamado Tundra con motor de 381 caballos-, pero el mensaje del ahorro energético ha calado en la cuna de la automoción norteamericana.
Los coches compactos y con tecnologías más limpias, en especial con motores híbridos de electricidad y gasolina, han sido el producto estrella.
General Motors dio un golpe de efecto con el prototipo del Volt, un coche capaz de recorrer casi 1.000 kilómetros llenando sólo una vez el depósito de gasolina, gracias al uso de baterías eléctricas. Muchos otros híbridos se han visto en Detroit, pero la mayoría tardará meses o incluso años en llegar a un mercado dominado en este terreno por el Prius de Toyota.
La tendencia a lanzar vehículos más pequeños no ha sido seguida de momento por Chrysler, que en Detroit ha revalidado su apuesta por monovolúmenes de considerables dimensiones.
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