El arzobispo de Varsovia, acusado de colaborar con el comunismo
La Iglesia católica de Polonia debe enfrentarse a las sospechas cada vez más firmes que pesan sobre el nuevo arzobispo de Varsovia, Stanislaw Wielgus, nombrado por el papa Benedicto XVI el pasado 6 de diciembre, acusado de haber colaborado con la antigua policía política del régimen comunista.
Documentos del Instituto de la Memoria Nacional (IPN), que gestiona los archivos de los servicios secretos, no dejan ninguna duda sobre los lazos del prelado con la policía política, según extractos citados por los medios polacos.
El nuevo arzobispo de Varsovia, que será investido el domingo en una ceremonia oficial, defiende su inocencia y sigue contando con el apoyo del Vaticano y de la curia polaca. En un gesto sin precedentes, Benedicto XVI emitió un comunicado en el que aseguraba que tenía plena confianza en
Wielgus.
Según el diario conservador Rzeczpospolita, Wielgus, de 67 años, fue "durante más de 20 años un colaborador secreto de la policía secreta comunista, la Seguridad del Estado. Los documentos lo confirman". Este periódico asegura que el arzobispo fue fichado en 1967, cuando todavía era un estudiante de filosofía de la Universidad de Lublín. El diario cita un compromiso para colaborar, firmado por el arzobispo en 1978, y documentos de otros servicios del Estado comunista que recogen informaciones transmitidas por Wielgus.
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