Rusia entrega a Irán una partida de misiles antiaéreos
Rusia continúa la cooperación militar y económica con Irán, ignorando las preocupaciones mostradas por Estados Unidos e Israel ante el régimen de Teherán, del que se sospecha que desea desarrollar armas nucleares. Moscú anunció ayer la entrega al régimen de los ayatolás de más de la mitad de los misiles Tor M-1 que se había comprometido a suministrar según un contrato firmado hace poco más de un año.
Los Tor M-1 son cohetes antiaéreos que pueden ser utilizados sólo para fines de defensa. El acuerdo de venta fue firmado a fines de 2005 a pesar de la oposición de Washington y Tel Aviv, ya que en caso de que los israelíes o norteamericanos se decidan a bombardear las instalaciones nucleares de Irán, incluida la central atómica que los rusos están construyendo en Busehr, los Tor M-1 pueden ser un serio obstáculo.
El Kremlin se ha comprometido a suministrar 29 sistemas de misiles antiaéreos Tor M-1 en el plazo de tres años. Aunque normalmente no se revela el costo real de los contratos militares, se calcula que el valor del firmado con Irán es de unos 1.060 millones de euros.
Entrenamiento de iraníes
Un portavoz del Ministerio de Defensa ruso explicó, al dar la noticia de la entrega de los misiles a Teherán, que un grupo de militares iraníes concluyeron a fines del mes pasado los cursos para el uso y mantenimiento de los sistemas antiaéreos de alcance medio, a los que pertenecen los Tor M-1.
Ocho misiles componen cada sistema Tor M-1. Estos cohetes tienen un alcance máximo de 12 kilómetros y están diseñados para destruir blancos principalmente entre los 6.000 y 10.000 metros de altura. Los rusos afirman que son los únicos misiles en el mundo que pueden detectar, identificar y seguir 48 blancos simultáneamente. También pueden abatir a un máximo de dos blancos que vuelen entre los 20 y los 6.000 metros de altura.
Estas características permitirán a Irán hacer frente a un posible ataque aéreo incluso si en él se usan cazas de la clase stealth [invisibles]. No en vano Israel ha calificado la venta de los Tor M-1 como "una puñalada en la espalda" y EE UU ha opinado que serán un factor de inestabilidad en Oriente Próximo. Pero Serguéi Ivanov, ministro de Defensa ruso, no da importancia a esas críticas y sostiene que los misiles no alteran el equilibrio de fuerzas en la región, precisamente porque son sólo defensivos y "no pueden usarse para lanzar cohetes de superficie".
El Ministerio de Defensa subrayó ayer que ningún documento de la ONU prohíbe la venta a Irán de armas defensivas, como lo son los Tor M-1. La resolución 1737, que fue aprobada con el apoyo de Moscú, no permite la venta de tecnologías y materiales que puedan ser utilizados por Teherán para la creación de bombas nucleares, o la construcción de misiles capaces de portarlas. En cualquier caso, Rusia consiguió que ese documento de la ONU garantice la inviolabilidad de los contratos firmados antes de su aprobación.
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