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Reportaje:

Móviles para pacientes crónicos

Los sistemas de telemedicina permiten mejorar la adherencia a los tratamientos fuera del hospital

Las enfermedades crónicas afectan ya a un elevado número de pacientes y se estima que en 2020 más del 60% de todas las patologías serán crónicas. Como los pacientes deben recibir un tratamiento continuado, es esencial que se involucren en su tratamiento. En enfermedades asintomáticas como la hipertensión, un grave problema de salud pública en España, muchos pacientes se despreocupan o no realizan los controles. Aunque sólo el 24% de los pacientes hipertensos diagnosticados y tratados están bien controlados, este control se acerca casi al 50% cuando se utiliza un sistema de medición monitorizado, según los datos preliminares del estudio Mapapres en el que han participado 40.000 pacientes hipertensos en los centros de salud españoles.

¿Cómo hacer un seguimiento y control de estos pacientes de forma eficaz y sencilla? Un teléfono móvil se puede convertir en una herramienta adecuada para introducir nuevos servicios asistenciales domiciliarios en pacientes crónicos, según los resultados del programa de investigación en telemedicina móvil personal Airmed, cuya última fase concluirá dentro de seis meses.

Uno de los principales beneficios de la teleasistencia a través del móvil es la mejora de la adherencia a los tratamientos de los pacientes crónicos, en muchos casos personas mayores, ya que sólo 1 de cada 10 enfermos toma correctamente los medicamentos y un gran número lo deja de hacer. "No depende del grado de educación, la gente se reúne en su piso o en la plaza del pueblo y dice: voy a dar mi tensión al médico del teléfono", comenta Joaquín Márquez, coordinador médico de Airmed. En el caso de pacientes mayores frágiles, este sistema telemático estimula al paciente a que colabore en el cuidado de su propia salud. "Evitamos que entre en declive y que la rutina lo apoltrone. El paciente se siente tutelado y eso le ayuda a cumplir el tratamiento", dice José Luis Monteagudo, jefe del Área de Investigación en Telemedicina y Sociedad de la Información del Instituto de Salud Carlos III.

Con el apoyo de la Fundación Vodafone España, el Instituto de Salud Carlos III (Ministerio de Sanidad y Consumo) comenzó en 1998 el proyecto Airmed, en el que se ha creado una plataforma tecnológica donde el teléfono móvil se ha convertido en herramienta de salud para el seguimiento de pacientes crónicos de distintas patologías. "Lo que se ha propuesto Airmed es poder seguir y controlar a los pacientes allí donde se encuentren", explica José Luis Monteagudo. La última fase de Airmed Cardio, dirigido a los pacientes con hipertensión, concluyó el año pasado y durante el proyecto se ha realizado un ensayo de seis meses con 480 pacientes crónicos atendidos por 67 médicos de asistencia primaria de varias zonas de Madrid.

Durante un año, también se ha ensayado un sistema de asistencia a distancia con 170 pacientes con insuficiencia cardiaca, atendidos por ocho médicos especialistas desde el Hospital Universitario Puerta de Hierro y el hospital de El Escorial, en Madrid, y el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia.

Además del ensayo clínico, ya concluido, dentro del proyecto Airmed se realizan dos planes piloto. En el primero, 63 pacientes han recibido durante 12 meses la terapia de anticoagulación oral, controlados por 11 médicos del centro de salud y dos residencias geriátricas de Pozuelo. Airmed Neumo, el segundo plan piloto, todavía no ha concluido y trata de controlar la situación de enfermos asmáticos y pacientes en programas antitabaco. Un grupo de 90 pacientes han recibido un espirómetro (aparato que mide la capacidad funcional respiratoria paciente y que incorpora un sistema de alarma para prevenir las crisis). El paciente sopla en el espirómetro e inmediatamente lo conecta al teléfono móvil para transmitir los datos a una estación central, mientras recibe un cuestionario clínico preestablecido: "¿Ha tenido síntomas esta noche o esta mañana? ¿Ha tomado la medicación? Estos pacientes son controlados desde el hospital Puerta de Hierro y el Carlos III de Madrid. En dos segundos recibe un mensaje donde le dice que se encuentra bien o que su asma empieza a deteriorarse y, en ese caso, que tiene que aumentar la medicación o cambiar a los esteroides orales si es más grave", dice Antolín López Viña, neumólogo del hospital Puerta de Hierro. Para eliminar las dudas de que el paciente ha realizado correctamente las espirometrías, realiza una directamente en el hospital y se compara la que había hecho el mismo día en su domicilio. Y añade: "Hemos comprobado que la correlación es casi perfecta".

En el ensayo con pacientes que debían tomar medicamentos anticoagulantes, el enfermo mide con un aparato el nivel de coagulación y envía los datos por el móvil, el médico comprueba los datos y analiza qué tipo de riesgo tiene y avisa al paciente por el mismo canal de la dosis que necesita, sin que éste tenga que desplazarse al centro de salud. Los pacientes con insuficiencia cardiaca o hipertensión deben pesarse o medirse la tensión y, de acuerdo con un cuestionario, enviar los datos a través del móvil. La información se archiva de forma estructurada y los médicos pueden acceder a ella por Internet y enviarle mensajes para que cambie la medicación, citarle para una visita o aconsejarle. En los pacientes con hipertensión arterial, el ensayo concluyó que la asistencia con telemedicina mejoró en un 14% el control de este tipo de enfermos.

Mónica Delgado transmite los datos de espirometría desde su casa en Torrelodones (Madrid) hasta el servicio hospitalario a través del teléfono móvil.
Mónica Delgado transmite los datos de espirometría desde su casa en Torrelodones (Madrid) hasta el servicio hospitalario a través del teléfono móvil.ULY MARTÍN

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