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Entrevista:EXCELENTES | Pedro Mata

"Prevenir en sanidad es lo más rentable"

El equipo del doctor Mata ideó un biochip para detectar la hipercolesterolemia familiar

Daniel Verdú

El equipo que dirige el médico Pedro Mata inventó en 2004 el biochip que permite el diagnóstico genético de la hipercolesterolemia familiar (HF). El biochip es una pequeña placa con miles de fragmentos de ADN, identificados y ordenados en filas y columnas, que se baña con una muestra de ADN obtenida de la sangre del paciente.

Gracias a este invento y a la detección precoz de la enfermedad, quienes la sufren pueden vivir 20 o 30 años más. Eso sí, "siguiendo una dieta saludable y no fumando". Prevención es la palabra preferida del doctor Mata.

Pregunta. ¿Cómo anda del colesterol?

Respuesta. Justito, pero dentro de lo normal. Procuro predicar con el ejemplo.

P. ¿Por qué cree que, a pesar de ser el colesterol una de las principales causas de mortalidad, nos sigue pareciendo una maría de las enfermedades?

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R. Porque todo el mundo habla de él. Ahora, la diferencia que no conocíamos es que muchas personas nacen con un defecto genético que les transmite uno de los padres, la hipercolesterolemia familiar. Gente con el colesterol elevado desde el nacimiento que, incluso siendo joven, puede sufrir infartos de miocardio. Si se detecta a tiempo, esas personas pueden vivir 20 o 30 años más.

P. ¿En qué consiste el diagnóstico genético de la HF?

R. Si hay índices de colesterol elevado (por encima de 300), se investigan casos similares en la familia. Si el resultado es positivo, hay antecedentes de infartos o anginas de pecho, es casi seguro que estás en presencia de un caso de HF. En función de la puntuación le haces el test genético.

P. Mejor prevenir que curar, ¿no?

R. Es lo más útil para los ciudadanos y lo más rentable para el sistema sanitario. Hoy impera la medicina intervencionista: tratar cuando ya han pasado las cosas. Por cada euro que nosotros dedicamos a la prevención del infarto de miocardio, ahorramos tres en tratarlo.

P. ¿Y por qué no se hace?

R. Porque da resultados a medio y largo plazo, y las políticas de salud están muchas veces condicionadas por un periodo legislativo de cuatro años.

P. ¿Por eso no logramos curar las grandes enfermedades como el sida?

R. Va a ser difícil erradicar las enfermedades infecciosas. Hace unos años pensábamos que erradicaríamos la tuberculosis; ahora ha vuelto. El sida, más que desaparecer, será un problema de educación. El preservativo hace más que cualquier fármaco. Erradicar una enfermedad es un camino muy largo, tenemos que volcarnos en la prevención y no levantar expectativas de que vamos a descubrir el secreto para curarlo todo.

P. ¿Cree que las farmacéuticas controlan demasiado ese progreso?

R. Se puede intentar conjugar intereses. La industria quiere vender los fármacos, y pocas administraciones pueden ponerse a investigar un medicamento que van a tardar 10 años en desarrollar cuando su legislatura dura cuatro. En la sociedad nos necesitamos todos, pero hay que poner unas reglas más claras.

P. ¿Qué le parecen las que quiere imponer la religión en la ciencia?

R. La Iglesia no debería entrometerse en los temas de investigación científica. Para eso ya hay comisiones éticas que representan a todos los estamentos de la sociedad.

P. Usted siempre dice que la enfermedad cardiovascular en mujeres es una amenaza mayor que el cáncer de mama.

R. Ocho veces mayor. Pero el cáncer es más impactante. La enfermedad cardiovascular tiene un punto romántico, hay gente que cree que, puestos a morir, no es una mala manera porque sucede de repente.

P. Además de esas enfermedades, ¿cree que la propia sociedad sigue siendo una amenaza para la mujer?

R. Una sociedad es avanzada cuando la mujer se equipara a todos los efectos con el hombre, y eso en España todavía no es así. En mi sector, por ejemplo, hay más mujeres médicos pero menos catedráticas. Eso no quiere decir que deba imponerse la paridad. La sociedad debe reconocer el papel de la mujer por sí sola. Las cuotas están para adornar.

P. Descríbanos una dieta equilibrada.

R. El desayuno es clave. Y, estando en España, yo siempre digo que pan con aceite de oliva. Luego un café con leche; la leche quizá desnatada. Además, un poco de fruta. Pero es muy importante transmitir la idea de la importancia del desayuno. En esa comida deberíamos consumir el 30% de las calorías de lo que necesitamos.

P. ¿Y el resto del día?

R. Lo ideal sería comer normal y cenar menos. Aprovechar verduras, el arroz, cereales, legumbres. Muchas veces no hace falta tomar segundos platos. Dos o tres platos de pescado y cuatro huevos a la semana. Pero sobre todo fruta.

P. Los niños españoles cada vez están mas gordos.

R. Porque se les dan alimentos muy calóricos y con el cromo de su ídolo, pero nutricionalmente vacíos. Además, se hace mucho menos ejercicio.

P. ¿Usted practica el deporte que recomienda?

R. Camino mucho. En verano nado un poco. Pero no soy esclavo del deporte, sino que intento equilibrar lo que ingiero con lo que quemo.

P. ¿Cómo está el sistema sanitario español?

R. Es bueno y es público. Pero cada vez tiene más gasto, y no sólo el farmacéutico. La enfermedad cardiovascular en España, por ejemplo, cuesta 7.000 millones, y más del 60% es gasto sanitario. Lo otro son los costes indirectos de la persona que se da de baja... Pero eso puede reducirse con la prevención. Para ir bien, los políticos deberían hacer un pacto sanitario igual que se hizo el pacto de Toledo para las pensiones.

P. Y la sanidad madrileña ¿Se vuelve privada?

R. No creo. En nuestro caso, por ejemplo, estamos muy contentos. En la fundación contra la hipercolesterolemia acabamos de firmar un convenio con la Comunidad para que se haga cargo del coste del diagnóstico genético de la HF en pacientes de riesgo. Eso no es privatizar. Lo asume el sistema público.

P. ¿Y las listas de espera?

R. Se ha enfatizado la lista de espera quirúrgica, pero la mayoría es cirugía menor. Cataratas, operaciones traumatologías menores... Lo importante es que no haya listas de espera en enfermedades graves.

P. ¿Cree que ha tenido suerte en la vida?

R. Sí. Pero la suerte hay que buscarla. Hay que tener sueños y actitud para soñar. Eso es la perseverancia.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.

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