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Reportaje:El final de un dictador

El clan enterrará al tirano

Una delegación se traslada a Bagdad en un helicóptero de EE UU para recoger el cuerpo

Una delegación formada por el gobernador de la provincia de Salahudín, Hamad Hamud Shagti, en la que nació Sadam Husein, y el jefe del clan al que pertenecía el dictador, el jeque Alí al Nidawi, retiraron ayer el cadáver en Bagdad, adonde se trasladaron en un helicóptero de Estados Unidos, y lo llevaron a Tikrit para enterrarlo, según informó la televisión Al Arabiya. La información no había sido confirmada anoche, pero la cadena constató que la delegación había negociado previamente con las autoridades estadounidenses e iraquíes para poder enterrar a Sadam en su tierra natal.

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Estaba previsto que el helicóptero con el cadáver se dirigiese a Tikrit, 175 kilómetros al norte de Bagdad, desde donde la comitiva viajaría al cementerio de Awja, la cercana localidad donde nació Sadam.

El sitio donde descansarán los restos del ex dictador iraquí han sido objeto de fuerte de polémica incluso antes de su ejecución. Ayer había discrepancias en el Gobierno iraquí, con unos a favor de entregar el cadáver a la familia y otros partidarios de que no saliese de Irak, ante la voluntad expresada por una de las hijas de Sadam de enterrarlo en Yemen, para lo cual habría mantenido contactos con las autoridades de ese país.

Un miembro del equipo de la defensa expresaba poco antes su temor a que los restos tuviesen como destino una tumba anónima. "No sabemos lo que harán con el cadáver. Posiblemente lo enterrarán en un lugar secreto para que nadie pueda rendir homenaje al presidente", comentaba después de mantener contactos con la familia.

El temor de las autoridades estaría motivado por el hecho de que la tumba se pudiera convertir en punto de referencia para la insurgencia suní, particularmente vigorosa en la zona de Tikrit, donde Sadam fue capturado por el Ejército estadounidense en 2003. De hecho, el Gobierno iraquí se ha negado a revelar el lugar de enterramiento de Abu Musab al Zarqaui, el líder de Al Qaeda en Irak, que murió como consecuencia de un bombardeo estadounidense el pasado 7 de junio.

Parte de la familia de Sadam Husein siguió ayer por televisión la ejecución. Dos de sus hijas, Ragad, de 38 años, y Rana, de 34, que viven exiliadas en Jordania, ensalzaron la "valentía" de su padre cuando le llevaban a la horca y se enfrentó a sus ejecutores sin inmutarse, según declaraciones de un portavoz de la familia que vio con ellas por televisión cómo los verdugos anudaban el nudo a su cuello. Las hijas dijeron sentirse orgullosas de su progenitor.

El portavoz de la familia, Rasha Udé, dijo a Reuters que ambas rezaron por el alma de su padre y se enfrentaron a la situación "con valentía y fe". Ragad y Rana se hallaban en su casa cuando se enteraron de la ejecución por televisión.

La viuda de Sadam Husein, Sayida, y una tercera hija, Hala, están instaladas en Doha (Qatar). Sus hijos Uday y Qusay murieron en Mosul a manos de las tropas de Estados Unidos durante la invasión de Irak en 2003, y sus cadáveres fueron también mostrados por televisión.

Un grupo de iraquíes sigue en Bagdad la emisión por televisión de la ejecución de Sadam Husein.
Un grupo de iraquíes sigue en Bagdad la emisión por televisión de la ejecución de Sadam Husein.EFE

"Lloré cuando le vi dentro del ataúd"

Jawad Abdulaziz al Zubaidi tuvo ayer una macabra satisfacción. Fue uno de los invitados a una recepción ofrecida por el primer ministro iraquí, Al Maliki, y vio el cadáver del ex dictador. Zubaidi había testificado contra Sadam ante el tribunal que le condenó a muerte por la matanza de Dujail en 1982, en la que murieron 148 personas, entre ellas varios miembros de su familia.

"Lloré cuando vi el cadáver dentro del ataúd. Me acordé de mi padre y de los tres hermanos que él asesinó", cuenta, y añade: "Me aproximé al cadáver y le dije: 'Este es el castigo que merecen todos los tiranos". El cadáver vestía traje negro y camisa blanca y yacía en un ataúd parcialmente cubierto con una sábana blanca. Zubaidi concluyó: "Ahora, por vez primera, mi padre y mis tres hermanos son felices".

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