Los inversores extranjeros de Sajalín-2 aceptan inyectar 2.732 millones más
El precio que pagará Rusia por el 50% más una acción de Sakhalin Energy, la compañía que desarrolla el proyecto petrolero y gasista de Sajalín-2, será, de hecho, menor que su coste real. Y ello porque, como asegura el periódico económico Védomosti, los inversores extranjeros -Royal Dutch / Shell, Mitsui y Mitsubishi- han aceptado invertir 3.600 millones de dólares más (unos 2.732 millones de euros), que no serán compensados en el marco de la ley sobre el Acuerdo de Producción Compartida, según la cual se desarrolla Sajalín-2 y que supone que las citadas compañías primero recuperan el dinero gastado y sólo después comienzan a pagar todos los impuestos que normalmente exige Rusia.
Serguéi Kupriánov, portavoz de Gazprom, declaró a Védomosti que está al tanto de este acuerdo. Esa suma será dividida entre los inversores extranjeros proporcionalmente al paquete de acciones que tienen en Sakhalin Energy.
Hace una semana, los accionistas de Sakhalin Energy cedieron a las presiones del Kremlin y aceptaron entregar el control del proyecto al monopolio Gazprom. Si no lo hacían, se arriesgaban a ver paralizados los trabajos de Sajalín-2 y a que la agencia rusa de protección de la naturaleza les pasara factura.
Un precio menor
Según el acuerdo al que llegaron, cada una de las compañías extranjeras venderá a Gazprom la mitad de sus acciones: Shell tiene el 55%; Mitsui, el 25%, y Mitsubishi, el 20%, y gracias a que la primera dará una acción más, el gigante ruso pasará a controlar Sakhalin Energy. La operación costará a Gazprom 7.450 millones de dólares (casi 5.654 millones de euros). Pero si las informaciones de Védomosti son correctas -y nadie lo ha desmentido, los representantes de las citadas compañías simplemente se negaron a comentar la noticia-, significa que, en realidad, lo que pagará el Kremlin será menos de la mitad de lo que verdaderamente cuesta el proyecto.
El proyecto Sajalín-2 contempla la explotación de dos yacimientos con reservas de 150 millones de crudo y 500.000 millones de metros cúbicos de gas, además de la construcción de un gasoducto que cruza la isla de norte a sur, un terminal petrolero y una fábrica de licuefacción de gas con capacidad de 9,6 millones de toneladas al año.
La firma del acuerdo transcurrió en el Kremlin y, durante esa reunión, el presidente ruso Vladimir Putin dio a entender que la agencia de protección de la naturaleza dejará de molestar a las compañías, mientras que el ministro de Industria, Víktor Jristenko, prometió que se resolvería el problema del presupuesto, que Shell había pedido aumentar en casi el doble (de unos 9.118 millones de euros a 16.717 millones). Según explicó a Védomosti un funcionario del Gobierno ruso, las compañías inversoras firmaron hace una semana un protocolo por el que el nuevo presupuesto se eleva a casi 14.723 millones de euros hasta 2014.
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