La Bolsa española cierra 2006 con una subida del 32%, la mayor de Europa
El Ibex 35 acumula cuatro años de ascensos en un año con grandes operaciones corporativas
Año de máximos: la Bolsa cerró ayer 2006 con una revalorización del 31,8%, la mayor de Europa, por encima de la cota de los 14.000 puntos y con récord absoluto de contratación. Ni los precios del crudo, ni la debilidad del dólar, ni los puntuales conflictos internacionales aguaron los buenos resultados cosechados por los ocho millones de inversores. El mercado se benefició de la irrupción de las constructoras en el sector energético, de la oleada de fusiones y operaciones corporativas y del resurgir de las salidas a Bolsa -hasta 10 empresas-, en una marea de liquidez a la que contribuyen los particulares, con la paulatina sustitución del ladrillo por la renta variable.
Entre bueno y excelente hay una extensa variedad de calificativos que definen el ejercicio bursátil cerrado ayer, el cuarto consecutivo de crecimientos en la Bolsa española. El mercado superó una vez más todas las previsiones. Los analistas apostaban a principios de año por unas ganancias en torno al 10%, pero la subida fue finalmente tres veces superior. El índice selectivo Ibex 35 -que agrupa a las mayores empresas por capitalización- cerró ayer con un alza del 31,8%, hasta alcanzar los 14.146,9 puntos, la mayor desde 1998.
Con todo, la última sesión del año dejó un regusto amargo, con un ligero retroceso del 0,1%, y apuntaló el récord de contratación: por encima de 1,3 billones de euros en acciones cambiaron de manos en 2006, una cifra que supera con creces el producto interior bruto (PIB) español.
La de 2006 es la mayor revalorización desde 1998 y una de las más elevadas en los mercados mundiales, por delante de las plazas europeas, de EE UU -el Dow Jones avanzó por debajo del 17%- y sólo por detrás de algunas bolsas situadas en países emergentes, como México y Brasil. En los últimos cuatro años, el Ibex ha multiplicado por dos su valor.
La Bolsa inició su periplo anual por debajo de los 11.000 puntos, una cota que queda ya muy lejos. Al margen del entorno macroeconómico saneado -con la economía española creciendo cerca del 4%, la recuperación europea y el único interrogante que supone la desaceleración estadounidense- el ejercicio se ha visto jalonado por varios hitos en el ámbito empresarial. El cambio de mayor calado es el desembarco de las constructoras en el sector energético, que supone una verdadera revolución en la estructura de poder de las grandes empresas españolas.
Los ejemplos más sonados -Sacyr en Repsol, Acciona en Endesa y ACS en Unión Fenosa e Iberdrola- responden a "una búsqueda de diversificación ante el previsible aterrizaje suave del ladrillo, en un sector que empieza a estar más que maduro y que persigue reinvertir los beneficios acumulados durante los últimos años", explicó Joan Hortalà, presidente de la Bolsa de Barcelona.
Pero esas operaciones son sólo la punta del iceberg. A lo largo del año el goteo de fusiones y operaciones corporativas ha sido continuo. Telefónica abrió fuego con la compra del operador británico O2 por 26.000 millones. Ferrovial entró en BAA, el mayor gestor aeroportuario del mundo, junto con dos socios más en una operación valorada en 14.500 millones.
Torrente de fusiones
Las ofertas públicas de adquisición (OPA) de Iberdrola sobre Scottish Power y de E.ON sobre Endesa -y los desencuentros entre Madrid y Bruselas a propósito de esta operación, en la que participa también Acciona- se unen a este fervor por las grandes compras, con un reguero de operaciones internacionales entre las que destacan la compra de Arcelor por la india Mittal, la fusiones Alcatel-Lucent y Suez-Gaz de France o las compras de Santander y BBVA en el mercado americano. La otra cara de la moneda son las operaciones fallidas como la fusión de Abertis y Autostrade. Pero incluso éstas han calentado el mercado.
Nada ha podido con el tirón bursátil. El repunte de los tipos de interés, la escalada de los precios del petróleo -que en agosto se situaron por encima de los 80 dólares por barril- y la debilidad del dólar "han provocado episodios de volatilidad, pero no han pasado de ahí porque la economía está en un buen momento", afirmó Pablo Guijarro, de Analistas Financieros Internacionales (AFI).
El futuro inmediato no apunta hacia crecimiento tan sobresaliente: la Bolsa afronta un 2007 de alzas más moderadas. "El mercado está sobrecalentado por los continuos movimientos corporativos. Algunos sectores han agotado su recorrido, pero las previsiones pasan por incrementos anuales del 10% para 2007", augura Guijarro.
Ladrillo vertiginoso
Un año tras otro van fallando todas las previsiones acerca de la desaceleración del precio de la vivienda. Y un ejercicio tras otro las constructoras e inmobiliarias copan los primeros puestos entre las empresas más revalorizadas. La buena salud de la Bolsa conlleva otro fenómeno: hasta 10 compañías han saltado al parqué con suerte desigual.
- Los que más suben. Metrovacesa encabeza las revalorizaciones en el Ibex, con un suculento 150,5%. Sacyr le sigue (126,5%) y entre las 10 mejores del selectivo figuran tres constructoras más: FCC, ACS y Acciona, protagonistas de un ejercicio vertiginoso -uno más- en el sector.
- Los que más bajan. Los medios de comunicación han tenido un 2006 difícil. Sogecable, Antena 3, Prisa y Telecinco son los cuatro valores que se sitúan en la cola del Ibex por rentabilidad. Los tres primeros acabaron el año en negativo.
- Una decena de OPV. Las ofertas públicas de venta (OPV) han sido protagonistas del año bursátil. La más exitosa salida a Bolsa fue la de la inmobiliaria valenciana Astroc, propiedad de Enrique Bañuelos, que cerró el ejercicio con una subida superior al 500%. La farmacéutica Grifols y la inmobiliaria Riofisa acumularon también alzas superiores al 100%. Vocento y BME (Bolsas y Mercados), las salidas a bolsas más populares del año por dirigirse a inversores particulares, fueron las decepciones.
- 'Blue chips'. Los cinco grandes del Ibex
cerraron con subidas, liderados por Endesa (61,25%), objeto de deseo de Gas Natural, E.ON y Acciona. Por detrás, Telefónica (26,8%), Santander (26,8%), BBVA (20,9%) y Repsol (6,2%).
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