Centenares de agricultores bloquean un centro logístico por el precio de los cítricos
Sindicatos agrarios protestan en la central de compras de Carrefour en Castelló de la Ribera
Varios centenares de agricultores bloquearon ayer durante dos horas el Centro Logístico de Carrefour, en Castelló de la Ribera, para protestar contra el "monopolio" de las grandes empresas distribuidoras y para reclamar a la Administración una normativa que "garantice un precio para los cítricos digno y justo". Durante la protesta quemaron varios cajones de naranjas, cuya humareda se distinguía desde varios kilómetros. Se trata de la primera movilización convocada por todas las organizaciones agrarias valencianas, que tienen previsto continuar el calendario tras las fiestas.
Las organizaciones agrarias pretenden lograr que las administraciones y agentes de la cadena de distribución "tomen conciencia de la necesidad de una solución para los precios que percibe el productor", según los responsables de La Unió de Llauradors i Ramaders.-COAG
Los agricultores pretenden vivir "dignamente" de su profesión, pero los precios que las firmas exportadoras pagan por los cítricos son inferiores a los actuales costes de producción. De ahí que los jóvenes huyan del campo. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, revelados por la Unión de Pequeños Agricultores (UPA-PV), el campo valenciano ha perdido 9.500 explotaciones agrarias durante los dos últimos años y se ha quedado con unas 143.000 en el año 2005.
El secretario general de La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), Cristóbal Aguado, reclamó a las distintas administraciones "protección" para el eslabón "más débil de la cadena". Aguado exigió la elaboración de una normativa "para garantizar un precio digno", y evitar que las grandes distribuidoras "impongan el precio que les dé la gana".
Aguado estimó "justo" el precio que paga el consumidor, pero el beneficio que obtengan los productores "debe ser igual que el del resto de la cadena del sector".
La desesperación entre los citricultores llevó ayer al titular de una finca de Albalat de la Ribera a mostrarse dispuesto a regalar, "para que construyan un campo de golf o una urbanización", las treinta hanegadas que posee -cerca de 25.000 metros cuadrados- a cambio de empleos estables para sus dos hijos. De esta forma, dijo José María Latorre, "tendrán trabajo, porque mis hijos de la tierra no pueden comer".
La concentración, que comenzó a las 10 de la mañana, se disolvió a mediodía sin incidentes.
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