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La niebla obliga a cancelar ocho vuelos en el aeropuerto de Girona

Algunos de los 1.500 pasajeros afectados pasaron la noche en el aeródromo

La densa niebla que los últimos dos días se ha apoderado del aeropuerto de Girona durante las mañanas ha obligando a cancelar la mayoría de los vuelos matutinos de la compañía Ryanair, la única que opera de manera regular en las instalaciones de Vilobí d'Onyar. Ayer se cancelaron ocho vuelos y otros seis aviones que debían aterrizar en Girona se desviaron a Perpiñán y sus pasajeros fueron trasladados en autobús. Algunos pasajeros pasaron la noche en el aeropuerto y hubo colas de hasta cuatro horas. Muchos usuarios protestaron por el trato recibido de la compañía.

Las suspensiones afectaron ayer a unos 1.500 pasajeros y se calcula que durante los dos días de niebla más de 2.400 usuarios han sufrido problemas de índole diversa, como retrasos, cambios de vuelo o aterrizajes en destinos alternativos. Los vuelos se reanudaron ayer a partir de las 11.30.

El servicio de atención al cliente de la compañía británica Ryanair en el aeropuerto se colapsó ayer de buena mañana, a medida que los usuarios de los vuelos matutinos se sumaban a los pasajeros que esperaban vuelo desde el día anterior. Se originaron colas de hasta cuatro horas para acceder a los dos mostradores de información.

La mayoría de clientes, a pesar de que conocían las condiciones contractuales de las compañías de bajo coste, se quejaron amargamente del trato dispensado y de que la compañía se limitara a ofrecer a los pasajeros el retorno del precio del billete o una recolocación en un avión que, en el peor de los casos, tenía prevista su salida entre el sábado y el lunes.

Umbral de riesgo

La situación del aeropuerto de Girona no habría sido tan caótica si dispusiera de los sistemas de navegación aérea con que cuentan los aeropuertos de El Prat, de Barcelona, y Barajas, en Madrid. Si la visibilidad es inferior a 400 metros, se entra en un umbral de riesgo que debe evaluar el propio piloto.

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AENA se ha comprometido a dotar al aeropuerto Girona-Costa Brava, a principios de 2008, de la tecnología aeroportuaria que permitirá operaciones con unos 200 metros de visibilidad, mientras que en la actualidad la visibilidad de los días de niebla debe situarse por encima de los 800 metros para tener plena seguridad.

Durante la mañana de ayer sólo un avión con destino a Eindhoven (Holanda) pudo despegar del aeropuerto de Girona, hacia las 7.30. Fuentes de la compañía aérea informaron de que la niebla se levantó durante un corto espacio de tiempo para permitir ese despegue.

Algunos pasajeros acusaron a la compañía de hacer el mínimo esfuerzo posible ante las demoras y se quejaron de que, al igual que aterrizaban aviones en Perpiñán, no se decidiera trasladar hasta la localidad francesa a los que esperaban en Girona para no tener que cancelar los vuelos.

Las cancelaciones por la niebla no son una novedad en el aeropuerto de Vilobí d'Onyar. A mediados de febrero de este año ya fueron suspendidos siete vuelos a causa de la mala visibilidad.

"Recomendamos contar con el seguro privado"

Muchos pasajeros que ayer se quedaron colgados en el aeropuerto de Girona desconocían este párrafo de la letra pequeña de la página web de la compañía: "Ryanair no proporciona compensación alguna para los vuelos cancelados o con retraso por motivos ajenos a Ryanair. Por tanto, recomendamos contar con el seguro privado pertinente que cubra dichas situacione

.Mientras que algunos pasajeros admitían conocer los riesgos de confiar en vuelos de bajo coste, otros se mostraban indignados ante el trato dispensado por la compañía. "No han aumentado el personal de atención al cliente y después de más de tres horas de espera ni siquiera nos han ofrecido un bocadillo", explicaba ayer una joven de Girona que desistió de su vuelo a Londres.

La mayoría de los usuarios afectados por las cancelaciones optaron por la recolocación en otros vuelos, aunque las fechas no son propicias para encontrar plazas libres, sobre todo para los viajes en grupo.

Algunos usuarios, en su mayoría jóvenes, optaron el miércoles por pasar la noche en el aeropuerto confiando en un vuelo matinal que tampoco pudo despegar ayer. Otros decidieron pernoctar en hoteles próximos esperando poder colocarse en otros vuelos. El aeropuerto vivió escenas de nerviosismo por parte de pasajeros que veían peligrar un viaje que debía permitirles reunirse con sus familiares en unas fechas entrañables.

Las previsiones meteorológicas no son nada halagüeñas y hacen prever la repetición de la niebla y las cancelaciones esta mañana.

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