El CCCB recorre los movimientos del cine experimental

La penumbra se ilumina con las imágenes en blanco y negro de un hombre que abre su boca en ademán de devorar la cámara que le graba. La película, filmada en 1901, sirve de prólogo a That's not entertainment. El cine responde al cine, una exposición sobre el cine experimental, abierta en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) hasta el 18 de marzo. A pesar de que, tal y como indica su título, la exposición se centra en las producciones ajenas a la industria del entretenimiento, su visita resulta más que entretenida y desmiente el tópico que las tacha de aburridas y reservadas a una extraña secta de intelectuales con bufandas negras.

Los comisarios, Andrés Hispano y Antoni Pinent, han concebido un recorrido que, en vez de plantear una historia alternativa aglutina autores, prácticas y movimientos clave del cine independiente en núcleos temático-conceptuales. De ese modo, la exhibición va descubriendo las múltiples alternativas posibles al cine "para salas de 500 butacas": desde los relatos subjetivos de las películas domésticas, hasta las obras que exploran y expanden los límites del medio cinematográfico y le reivindican como motivación creadora. Es el caso del "cine sin historia", cuyo único protagonista es la luz, como el filme de Peter Kubelka dedicado al pintor Arnulf Rainer, realizado alternando fotogramas opacos y transparentes, que se proyecta y a la vez se expone como un cuadro. También hay cine sin cámara, donde la película se convierte en un soporte que los artistas pintan, rasgan, rompen y cosen. Una práctica que puso en dificultad a los censores franquistas, cuando en 1970 tuvieron que valorar las películas de José Antonio Sistiaga, que junto con las de Stan Brakhage se exhiben en este apartado.

Actos de insubordinación

El anhelo de experimentación, la voluntad de romper códigos y la necesidad de renovar constantemente el diálogo con el espectador se reflejan en una selección que reúne los actos de insubordinación de los cineastas al propio medio, como el fotograma de Un verano con Mónica, de Ingmar Bergman, donde por primera vez en la historia del cine un personaje mira deliberada y provocadoramente al público. Éste tendrá su momento interactivo en una mesa de moviola, donde podrá poner en práctica las enseñanzas de los maestros del collage fílmico como Joseph Cornell, Mathias Muller y Jean Luc Godard, quien alcanzó la cumbre del apropiacionismo cinematográfico con El origen del siglo XX, una enciclopedia visual, donde las imágenes se convierten en palabras.

La exposición es el evento central de las celebraciones para el quinto aniversario de Xcèntric, el programa estable de cine y vídeo no comercial del CCCB. El programa incluye la apertura al público del Archivo Xcèntric, la publicación del libro Xcèntric. 45 películas contra dirección, las Noches Xcèntric (13 de enero, 17 de febrero y 17 de marzo) y las jornadas Xperimenta. Miradas contemporáneas al cine experimental (del 19 al 21 de febrero).