El presupuesto municipal de Jerez se eleva a 374,5 millones de euros

PSOE y PSA, el partido de Pedro Pacheco, aprobaron ayer en pleno los presupuestos municipales de Jerez para 2007 con el rechazo de la oposición, PP e IU. La crisis financiera y el plan de saneamiento marcarán el próximo ejercicio. El Consistorio, las empresas municipales y los organismos autónomos dispondrán de 374,5 millones de euros, un 13,7% más que en 2006. Sin embargo, el 10% de este incremento se destinará al pago de deudas y casi un 4% para ampliar las políticas sociales.

El consenso de los socios de gobierno tras jornadas de duras negociaciones ha posibilitado que los presupuestos vean la luz antes de que acabe el año. Un ejercicio más, el principal escollo ha sido determinar el reparto de las inversiones de la Gerencia Municipal de Urbanismo, que dirige Pedro Pacheco. Finalmente, el Ayuntamiento, presidido por la alcaldesa de la ciudad, Pilar Sánchez (PSOE), transferirá a Urbanismo 18 millones de euros en concepto de tasas, mientras que Pacheco, que se ausentó del pleno de ayer por estar convaleciente de un accidente, cederá al Consistorio 16,5 millones para que la socialista pueda materializar inversiones.

A este acuerdo se le añade un importante matiz: el líder del PSA sólo transferirá la mayor parte de este montante a sus socios si la Junta le permite solicitar un crédito de 65 millones de euros que el Ayuntamiento ya aprobó en pleno, pero que la regidora no ve con buenos ojos, ya que supone endeudar aún más las frágiles arcas municipales.

Éste ha sido el último pulso en un año en el que las continuas diferencias entre los líderes de ambos partidos han ralentizado la gestión en la ciudad. "Creo que este año nos deja una sensación agridulce porque la maquinaria municipal ha mermado un tanto su rendimiento. Ha bajado la velocidad de crucero de Jerez y se ha notado un desequilibrio en el Gobierno porque la otra parte (PSOE) ha cometido muchos errores", dijo Pacheco hace días.

La alcaldesa tampoco ha obviado el tenso clima político: "He intentado estar por encima de la confrontación, que no es buena para la ciudad. Hasta que no haya elecciones, lo vamos a tener complicado".

Y es que el principal enemigo del gobierno local no ha sido la oposición. No ha habido un tema de calado en la ciudad en el que Sánchez y Pacheco no hayan hecho públicas sus enfrentadas posiciones, algo que ha criticado hasta la saciedad el propio PSOE. En numerosas ocasiones, el secretario provincial de los socialistas en Cádiz, Francisco González Cabaña, ha pedido "serenidad" a los socios de Jerez y "más respeto público". También ha llegado a instar a Pacheco a "respetar el trabajo y la imagen de la alcaldesa y a dejar de cuestionarla públicamente". Los mensajes han caído en saco roto.

La llegada de la multinacional Ikea a Jerez, el plan de refinanciación de la deuda municipal, la aprobación del PGOU, la crisis financiera del Ayuntamiento, el futuro del circuito de velocidad y hasta el pago de las nóminas de los funcionarios han sido objeto de polémica.

A lo largo de este 2006, Pacheco ha acusado a la alcadesa de "no saber dirigir un pleno", de "intoxicar a la opinión pública", de "aparentar noticias para demostrar que se trabaja", de "convocar a actos que no existen", de "estar todo el día en un escaparate para justificar que hay actividad", de "no leerse un papel", de "no saber coordinar", de "no ser coherente con la política de austeridad que marca el plan de saneamiento", de "oscurantismo en la gestión", de "perjudicar el plan de refinanciación de la deuda municipal con declaraciones absurdas y contradictorias" y de "dejar una deuda innombrable". También ha calificado algunos anuncios de la munícipe, como cerrar el centro de la ciudad a las motos durante el próximo Gran Premio de España, de "solemne majadería". Incluso ha hablado de "operaciones extrañas" al referirse a la negociación de compraventa de unos terrenos.

Los dardos de Pacheco casi siempre han tenido respuesta. Pilar Sánchez, lejos de solucionar las crisis en los despachos, ha acusado a Pacheco de "ser el responsable de la deuda municipal", de "socio desleal", de "sexista y machista", de "hacer daño a una ciudad asustando a unos empresarios y machacando a otros", de "poner zancadillas al pacto", de "crear un ambiente proclive a la confrontación", de "ensuciar la actuación de la alcaldesa", y "de llevar el pacto a una situación absolutamente insostenible". A lo largo del año, la regidora ha llegado a invitar a Pacheco a "acudir a los tribunales si tiene dudas sobre la legalidad o no de algunas de sus actuaciones".