El Parlamento aprueba los segundos presupuestos del Gobierno bipartito
La Xunta del PSdeG y el BNG tendrá un 8,8% más de dinero en el año de las municipales
El Parlamento de Galicia aprobó ayer, con el respaldo de PSdeG y BNG y el voto en contra del Partido Popular, los segundos presupuestos generales del Gobierno bipartito, que marcan el ecuador de la legislatura. La Xunta dispondrá en 2007 de 10.785,7 millones de euros, un 8,8% más que en el presente ejercicio. En año de elecciones municipales, el Ejecutivo contará con más recursos en departamentos tan significativos como la Vicepresidencia de Igualdade e Benestar y las Consellerías de Política Territorial, Innovación, Traballo y Medio Rural.
El debate presupuestario concluyó sin sorpresas, aunque sólo el azar evitó un resultado muy diferente. El PP se encontró con una buena oportunidad para poner en evidencia las limitaciones de la mayoría formada por socialistas y nacionalistas gracias al retraso del diputado socialista José Manuel Lage, que dejó a los grupos que apoyan al Gobierno con 37 votos. De ese modo sumarían los mismos que el PP si su parlamentario José Manuel Castelao no hubiese estado ausente de la Cámara, lo que acabó dejando el resultado final 37 a 36.
Los Presupuestos, que perpetúan la existencia de la llamada administración paralela (el grupo de fundaciones, organismos autónomos y sociedades dependientes de los distintos departamentos del Gobierno) tantas veces denunciada por socialistas y nacionalistas a lo largo de la última década, buscan aprovechar el buen momento de la economía para crecer más que el conjunto de España, crear empleo, aumentar la cohesión social y reequilibrar el territorio.
Para el conselleiro de Economía, José Ramón Fernández Antonio, lo más destacado es el esfuerzo que la Xunta va a hacer el próximo año para incrementar la productividad y la competitividad de la economía gallega a través de una apuesta por la educación y la formación laboral, la innovación y la sociedad de la información, las infraestructuras productivas (de accesibilidad y suelo industrial) y de creación de empleo.
Al mismo tiempo, explicó el conselleiro, la Xunta ha hecho un esfuerzo para sanear las cuentas y equilibrarlas con un crecimiento del ahorro del 20% que ha permitido aumentar la inversión productiva un 10% al tiempo que la deuda decrece en relación con el PIB gallego.
Fernández Antonio destacó también la "transparencia y rigor" de los presupuestos, en los que "hay una mayor clarificación de programas" y por primera vez "se fijan indicadores para medir la mejora de los servicios públicos", pero sobre todo alardeó del éxito que, a su juicio, ha cosechado el Presupuesto de 2006. "Cumplimos con amplitud los compromisos", destacó, porque "crecemos alrededor del 3,8%, por encima de España y del objetivo. Queríamos crear 30.000 empleos, vamos en 34.000 y también lo haremos el año que viene". Es en estos datos, subrayó, en los que se basa la credibilidad de los Presupuestos de 2007. "Crecemos más, desciende el paro a la tasa más baja de los últimos 25 años y el desempleo femenino, que era del 19,5% en 2004, ahora es la mitad". Al mismo tiempo, explicó el conselleiro, Galicia lidera el crecimiento industrial de España -casi el doble que la media - y capta nuevos mercados, lo que permite a la economía gallega liderar el crecimiento de las exportaciones en el conjunto del Estado. Es en este horizonte de signos positivos en el que la Xunta confía para hacer realidad en 2007 la creación de 35.000 nuevos empleos y un crecimiento económico del 3,4%.
Cifras poco razonables
El presidente del PP, Alberto Nuñez Feijóo, no comparte el optimismo del Gobierno. Aunque ayer volvió a mostrarse de acuerdo con que la "macroeconomía va razonablemente bien", no le parece tan razonable confiar en la creación de 35.000 empleos cuando se pierden puestos de trabajo en la industria y la agricultura y existe una desaceleración de la creación de empleo en los servicios.
La "economía de la gente", subrayó, va a peor. Los ciudadanos pagan más impuestos, las hipotecas son más caras, pierden poder adquisitivo y aumenta el pesimismo sobre el futuro de la economía. La falta de un modelo industrial y empresarial, añadió, crea incertidumbres y desconfianza. La sanidad está en crisis y las obras públicas paralizadas mientras Galicia pierde los fondos que debería recibir por distintos conceptos de la Administración central y de la Unión Europea.
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