Los empresarios del ocio nocturno critican las fiestas en polideportivos
Unos 30 trabajadores de La Paloma se subieron ayer al escenario de la sala para protestar contra la medida del Ayuntamiento de cerrar el local. Los empleados mostraron pancartas en las que criticaban la persecución que sufre, a su juicio, el sector del ocio nocturno, además de lamentar el embate de la especulación inmobiliaria contra la cultura popular. La gerente de la discoteca, Mercedes March, ya atesora experiencia en estos litigios, porque tuvo que encarar una situación similar con la sala Cibeles, ubicada en el barrio barcelonés de Gràcia y cerrada definitivamente para convertirse en un gimnasio. La gerente y su equipo no están solos. En estas fechas navideñas, tan propicias a las fiestas masivas, no son pocos los empresarios que acusan a los ayuntamientos de hipocresía en el tema de los ruidos y recuerdan que las molestias que se puedan producir en las calles colindantes con sus locales no son competencia suya.
En este sentido, la Federación Catalana de Asociaciones de Actividades Recreativas Musicales (Fecasarm), que agrupa a 35 entidades empresariales de toda Cataluña, señaló ayer que prevén perder 20 milllones de euros por las fiestas de fin de año que se realizan en polideportivos municipales, la mayoría de ellas amparadas y organizadas por los ayuntamientos, informa la agencia Europa Press.
La Federación sostiene que esta costumbre supone una competencia desleal y exige que la Generalitat sea tan estricta con estos jolgorios navideños, como con los organizados en discotecas y bares musicales. Sin concretarlas, los responsables de La Paloma también lamentaron las pérdidas económicas que padecerán por el cierre del local en una época de gran actividad festiva. Su celebración de Nochevieja era uno de los clásicos de la ciudad y su reclamo atraía a gente de distintas generaciones a ritmo de bailoteo. En cualquier caso, la medida vuelve a reabrir el viejo debate sobre cómo combinar el ocio nocturno y el descanso de los vecinos.
Una hora más de música
Por otro lado, la Federación Catalana de Locales de Ocio Nocturno (Fecalon), que reúne a 800 locales de toda Cataluña, pidió ayer al Ayuntamiento de Barcelona y a otros municipios catalanes que durante los días festivos de Navidad los bares y las dicotecas puedan abrir una hora más. Así, si se lo conceden, los bares podrían cerrar a las 4 de la noche, mientras que el horario de las discotecas se podría alargar hasta las 6 de la madrugada. La Fecalon pide también que se concedan nuevas licencias para locales de ocio nocturno.
En el caso de Barcelona, los empresarios se quejan de que la copiosa normativa no es suficientemente concreta y que abarca tanto a locales de pocos metros, como a grandes discotecas y salas de baile. Muchos de ellos dicen sentirse criminalizados por su actividad, aunque cumplan las ordenanzas municipales. Recuerdan, además, que la intensa vida nocturna de Barcelona siempre se ha vendido desde instituciones públicas como uno de los atractivos de la ciudad.
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