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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Una relación crítica y fecunda

Juan José Tamayo

¿Es la Biblia una creación exclusiva del mundo semítico o ha recibido también la influencia del pensamiento griego y del espíritu helénico? ¿Son el Nuevo Testamento y los orígenes del cristianismo una mera continuación del judaísmo o deben entenderse, más bien, como un producto mestizo del cruce entre el entorno religioso hebreo y la cultura helenista? Éstas son algunas de las preguntas a las que, tras el tenso e intenso debate generado por los descubrimientos de Qumrán y Nag Hammadi, responde, con rigor científico y competencia académica en Biblia y helenismo un grupo de historiadores de la Antigüedad, teólogos cristianos y filólogos, que representan distintas tendencias en la investigación actual, bajo la dirección de Antonio Piñero, catedrático de Filología Griega de la Universidad Complutense de Madrid.

BIBLIA Y HELENISMO El pensamiento griego y la formación del cristianismo

Antonio Piñero (editor)

El Almendro. Madrid, 2006

702 páginas. 49 euros

El libro viene a demostrar que el judaísmo no es una religión tan monolítica como se ha querido presentar, sino que ha sufrido importantes mutaciones y significativas influencias exteriores que lo han transformado cultural e ideológicamente a lo largo de su trimilenaria historia. La primera tuvo lugar al entrar en contacto con el helenismo, a partir de comienzos del III antes de la era de Cristo. La segunda se produjo en el siglo I en un pequeño grupo disidente, cuyo resultado fue el nacimiento del cristianismo. La tercera data del último tercio del siglo I bajo la conmoción de la destrucción del Templo en las guerras judías, con el afianzamiento del fariseísmo.

Judaísmo y helenismo cons

tituyen, por tanto, dos referencias culturales del mundo antiguo en una relación siempre crítica, creativa y mutuamente fecundante. Las dos intervienen en la elaboración de algunos libros de la Biblia hebrea y en el Nuevo Testamento. Tras ofrecer una panorámica histórica de la época, del siglo IV antes de la era de Cristo al I después de la era de Cristo, la primera parte de este libro analiza, entre otros temas, los cambios del judaísmo al entrar en contacto con el helenismo, las aportaciones de éste a los últimos escritos de la Biblia hebrea y su influencia en la versión griega de los LXX. La segunda parte estudia la influencia del helenismo en los escritos del Nuevo Testamento. Temas centrales de la investigación son la confrontación entre el círculo hebreo y el helenista en la obra de Lucas, el evangelio de Juan como punto de encuentro entre judaísmo y helenismo, Pablo de Tarso y la influencia de las corrientes gnósticas de la época, de las religiones de misterios y de la filosofía estoica en su pensamiento, la confluencia del judaísmo y del cristianismo en la elaboración de la teología cristiana naciente, y la influencia de los paradigmas helenístico-romanos de organización en la jerarquía de la Iglesia primitiva. El cristianismo es, ciertamente, heredero del judaísmo, pero de un judaísmo ya helenizado.

La Biblia representa uno de los ejemplos más luminosos de diálogo intercultural e interreligioso entre Atenas y Jerusalén, entre cristianismo, judaísmo y helenismo, aunque no exento de conflictos e incluso de guerras. Un diálogo que debe proseguir hoy en su estudio e interpretación y del que es buen testimonio este trabajo de investigación interdisciplinar.

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