"No pido limosna ni vacaciones, sólo exijo lo que he pagado"

"Trabajamos aquí, pagamos impuestos aquí, no pedimos limosna, sólo exigimos que nos devuelvan lo que hemos pagado". Edwin Rigoberto Blasso lleva tres años y medio esperando y ahorrando para ver a su hijo de ocho años, que vive en Quito, la capital de Ecuador.

Había comprado un billete de Air Madrid con destino a la capital ecuatoriana para ayer, 21 de diciembre, justo cuando finalizaba el dispositivo de emergencia dispuesto por el Ministerio de Fomento para paliar los desmanes provocados por la suspensión de vuelos el pasado viernes de la aerolínea española de bajo coste.

Edwin no regresaba a su país natal para disfrutar de unas simples vacaciones. "Estoy preparando los papeles para la reagrupación familiar, para que mi hijo venga a vivir a Madrid con nosotros", apunta. "En Madrid vivo con mi mujer y mi hija pequeña, que ha nacido aquí y tiene la nacionalidad española", explica mirando fijamente, con ojos visiblemente cansados. "No he podido venir antes al aeropuerto a protestar por culpa del trabajo", comenta nervioso.

Es albañil y gana unos 1.000 euros al mes. "He trabajado muchas horas extra para comprar el boleto", comenta. "A lo mejor 900 euros no es muy caro, pero tengo que pagar la hipoteca del piso, la guardería para la niña, la comida... ¡Y encima me pasa esto!", alza el tono Edwin.

La única respuesta a su problema ha sido un papel con un calco rosado. Una reclamación a rellenar con letra clara que debe remitir a la Dirección General de Aviación Civil en unas oficinas dispuestas por el Ministerio de Fomento en el número 46 de la calle de Ribera del Loira, en Madrid.

Y a continuación la interposición de una denuncia civil contra Air Madrid en los juzgados de la plaza de Castilla. "Y a esperar, sin poder viajar a Ecuador y sin recuperar mi dinero", se indigna Edwin. "Y los del Gobierno con que si he comprado el billete en octubre, que si no les he dicho con antelación", dice. "Y la ministra va y dice que no nos va a pagar las vacaciones".