Bajan las temperaturas... y se colapsan las urgencias

A poco más de una semana para Nochebuena, el brusco descenso de las temperaturas ya ha tenido una primera consecuencia: las urgencias de algunos de los hospitales de la región se colapsaron ayer con la llegada de pacientes, sobre todo personas mayores y niños. El sindicato CC OO denunció que en el hospital La Paz la situación por la mañana era insostenible. "A las 8.30 estaban pendientes de ingreso 66 enfermos. Los boxes están a tope, hay 20 camas en los pasillos. Se trata de enfermos que no están pendientes de atención directa, sino que están allí porque no tienen cama en la habitación", denunció el sindicato.

Una portavoz de La Paz señaló que la jornada comenzó en las urgencias del hospital "con más pacientes de los habituales porque ha llegado el frío". "Con estas temperaturas tan extremas, a los pacientes que tienen una edad más avanzada se les agravan las patologías cardiacas y respiratorias. Eso provoca que haya una mayor afluencia de pacientes en las urgencias que en un día cualquiera del año", reconoció esta portavoz.

El 95% de los lactantes que pasan por urgencias en invierno tienen bronquiolitis

Meteorología advierte que hoy la temperatura en la sierra puede llegar a siete grados bajo cero

A última hora de la tarde, según estas fuentes, la situación había mejorado y ya era "casi normal". Desde la medianoche hasta las 18.30 de ayer los médicos de urgencias del hospital La Paz atendieron a 230 personas, de las que 31 fueron ingresadas. "Estas cifras equivalen a todos los casos que se atienden en urgencias un día entero del verano", destacaron fuentes hospitalarias.

El frío también ha hecho aumentar el ingreso de bebés en urgencias por bronquiolitis, enfermedad provocada principalmente por el Virus Respiratorio Sincitial. La bronquiolitis -inflamación de los bronquiolos- afecta a lactantes y tan sólo en un 3% de los casos es necesaria su hospitalización, explica el doctor Enrique Bernaola, coordinador del comité asesor de vacunas de la Asociación Española de Pediatría. "Los niños que sufren más complicaciones son los prematuros o los que han requerido después del nacimiento asistencia respiratoria", explica. La Asociación Española de Pediatría calcula que el 95% de los niños ingresados en urgencias en este mes de diciembre tenían bronquiolitis.

No hay vacuna para esta enfermedad. En los años setenta se experimentó con un tratamiento pero los resultados fueron nefastos. "Lo que sí que hay es un anticuerpo monoclonal que previene la infección y que se llama Palvizumab. Bloquea el virus cuando ingresa en la faringe del niño y no le deja que pase a los pulmones. El problema es que es carísimo. Sólo se reserva para los niños con un gran riesgo de ser infectados", explica Bernaola.

La epidemia de bronquiolitis dura de octubre a marzo; es decir, se esfuma cuando desaparece el frío. El virus que lo provoca es muy contagioso. Para la bronquiolitis no hay una medicación específica: hay que dar líquidos a los bebés, ponerles oxígeno; o inyectarles suero para que estén hidratados.

El jueves pasado, Marta Mora, de 32 años, acudió a las urgencias del hospital Niño Jesús con su bebé Laura, de seis meses. "Tiene bronquiolitis, está todo el día moqueando y con los ojos llorosos. Lo que me da miedo es que derive en una neumonía", explicó esta mujer. A su lado, una pareja de ecuatorianos esperaban con su bebé a que les atendiese el médico. "En casa hace mucho frío, es una casa vieja y no hay calefacción", explicaron.

La riada de padres y madres con sus bebés por las urgencias del Niño Jesús, el jueves por la mañana, era continua. Sin embargo, Francisco Marqués, subdirector general de Epidemiología de la Consejería de Sanidad, asegura con rotundidad que no estamos ante ningún brote epidémico. "No hay nada fuera de lo habitual: cuando llega el frío hay casos de bronquiolitis, pero no hay alarma. Si este año han trascendido más es porque cada vez se diagnostican más casos porque los métodos mejoran", asegura Marqués. "Además, el año pasado tuvimos un invierno benigno en cuanto a las temperaturas y por eso este año, como ha hecho más frío, es lógico que haya más casos", agregó.

Florencio Balboa, jefe de la sección de Neumología infantil del hospital Clínico explica que los niños con bronquiolitis tienen los síntomas similares a los de un catarro. "Lagrimeo, conjuntivitis, rinitis, secreciones, dificultad respiratoria... Es una enfermedad limitada en el tiempo, que como mucho dura cuatro o cinco días", señala. "Si los niños respiran mal y hacen un ruido como el de un pito entonces se les puede administrar un dilatador de los bronquios", añade.

El hospital Clínico atiende a los vecinos del área siete y que abarca la zona centro, Chamberí, Latina y Carabanchel. En estos barrios hay 50.000 niños de entre cero y 14 años. Y este invierno el Clínico ha atendido por bronquiolitis a unos 500 pequeños. "Este año hemos tenido un 15% de casos más que el año pasado. Sin embargo, hace dos años fue peor y hubo muchos más casos", sostiene el jefe de la sección de Neumología infantil.

El frío continuará hoy. Emergencias 112 ha avisado a los ayuntamientos de la región porque las previsiones del Instituto Nacional de Meteorología apuntan a que las temperaturas pueden descender hasta siete grados bajo cero en la sierra.

Para las personas sin techo de la capital, el Ayuntamiento ha activado la Campaña de Frío, con la que trata de evitar que los indigentes -1.500 según el Consistorio, 6.000 según las ONG- duerman al raso. Las plazas en albergues, centros de acogida y pensiones son este invierno 491 (107 más que el año pasado), y se suman a las 1.128 que abren todo el año. La campaña terminará el próximo 30 de marzo y cuenta con un presupuesto de 1,1 millones de euros. Sus principales dispositivos son:

- Casa de Campo. Además de los pabellones abiertos todo el año junto a la avenida de Portugal, en invierno se habilitan 87 plazas con ducha, cena y desayuno.

- La alternativa al metro. En 2003, nada más llegar Alberto Ruiz-Gallardón a la alcaldía, el Ayuntamiento decidió cerrar las noches de invierno el metro de Atocha -que abría para los indigentes- y construir un equipamiento alternativo, a base de bloques prefabricados. Primero estuvo en la Casa de Campo, luego en Carabanchel, y desde el año pasado en Villa de Vallecas. Tiene 130 plazas, pero está tan lejos del centro que los sin techo deben coger un autobús.

- Centros abiertos. Los horarios son más flexibles. Ya existía uno, en el distrito Centro, y ahora se abren dos más: en Centro y en Arganzuela. Cada uno tiene 30 plazas y da opción a pernoctar, pero no en camas sino en "cómodos sillones", según el Ayuntamiento.