Muerte de una niña junto al muro

Sucede de vez en cuando junto al muro ilegal construido por Israel. Una niña de 13 años murió ayer de un balazo. Un soldado israelí sospechó de la figura que se acercaba a la mole de hormigón y disparó. Un portavoz de las Fuerzas Armadas hebreas aseguró que se trata de un "asunto serio", porque el soldado utilizó el arma sin autorización. Tienen los uniformados el gatillo fácil. Son conscientes de que, de recibir algún castigo, será muy liviano. Dos milicianos de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, la milicia de Al Fatah, también murieron ayer en Tulkarem y Nablús (Cisjordania) cuando comandos del Ejército israelí camuflados los mataron en sendas operaciones.

En Gaza, donde Israel mantiene el alto el fuego y en los últimos días también las milicias palestinas, los muertos son producto de las luchas entre las facciones hegemónicas. Cinco policías y militares de los cuerpos de seguridad fieles al presidente, Mahmud Abbas, murieron en combates callejeros. También pereció un miliciano de Hamás en otra batalla en el hospital Shifa, el principal de la franja mediterránea. Los combatientes utilizaron granadas en el centro médico.

La anarquía es completa en el pequeño y superpoblado territorio palestino. Ayer se repitieron altercados de toda índole: ataques contra dirigentes políticos -el gobernador del Distrito Norte de Gaza, quien resultó herido-, asedios a instalaciones de la Guardia Presidencial por parte de activistas de Hamás, manifestaciones de Al Fatah -el movimiento islamista suspendió la que había anunciado para las tres de la tarde-. Un despropósito. Por ello, aunque a última hora de la noche ambos partidos anunciaron un alto el fuego y que retirarían a sus hombres armados de las calles de Gaza, pocos creen que la calma vaya a perdurar. Eso sí que sería novedad.