Del Olmo se inhibe de la trama policial de tráfico de explosivos

El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo acordó ayer inhibirse de la instrucción de la presunta trama de corrupción policial de drogas y explosivos en favor de un juzgado de Leganés (Madrid), aún por determinar, al estimar que fue en este municipio donde se cometió el tráfico de explosivos que dio origen a la investigación. Este caso de corrupción policial trató de vincularse falsamente con los atentados del 11-M.

Del Olmo explica en su auto que el inicial delito que fijaba la competencia de la Audiencia Nacional era el de colaboración con organización terrorista, en conexión delictiva con el de tenencia y transporte de sustancias explosivas.

Pero, en el curso de la investigación judicial, la presunta colaboración terrorista "se ha ido diluyendo" y ha surgido "la presunta existencia de una trama delictiva formada por algunos miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad".

Según Del Olmo, en el curso de la investigación se ha producido la ampliación del objeto de la instrucción judicial a otro eventual delito, la revelación de secretos, "con grave perjuicio para la causa pública" y que se ha puesto de manifiesto "al investigar el entramado delictivo previo".

De acuerdo con el fiscal, Del Olmo se inhibe en favor de los juzgados de instrucción de Leganés, aunque seguirá practicando todas las diligencias necesarias para comprobar el delito hasta tanto se dirima definitivamente la cuestión de competencia.

El juez atribuye a los policías José Luis González Clares, al agente Luis López Hidalgo y al matrimonio formado por Manuel Romero Moreno e Isabel García supuestos delitos de tráfico de explosivos, drogas y detención ilegal, y de revelación de secretos a los policías Celestino Rivera y Antonio Parrilla.