Las instituciones y los hoteles de Guipúzcoa refuerzan su apoyo al Chillida-Leku

Eduardo Chillida, considerado como uno de los grandes escultores del siglo XX, se definió en alguna ocasión como "un árbol con raíces en su tierra y ramas abiertas al mundo entero". La fusión entre la obra y el entorno del artista donostiarra se plasmó hace seis años en su gran sueño: Chillida-Leku, un museo privado al aire libre ubicado en Hernani y que espera terminar 2006 con 95.000 visitantes. Sus responsables quieren reforzar su papel como destino turístico con el apoyo de las instituciones y los hoteles de Guipúzcoa para aumentar esa cifra. Por ello han puesto en marcha el programa de Amigos del Museo, bautizado Inguru ("entorno" en euskera).

De momento, ya son amigos de Chillida-Leku el Gobierno vasco, la Diputación de Guipúzcoa y los ayuntamientos de San Sebastián y Hernani, así como una treintena de hoteles y el grupo inmobiliario Urvasco. "Queremos que el museo se convierta en el museo de todos", subrayó ayer su director, Luis Chillida. Fue su discreta forma de solicitar a las instituciones que apoyen más el espacio expositivo ideado por su padre.

La Diputación destinará el próximo año 120.000 euros a promocionar Chillida-Leku. "Estas frías piedras necesitan el calor de la cercanía", comentó el diputado general, Joxe Joan González de Txabarri, tras señalar que el 65% de los guipuzcoanos no ha visitado el museo.

Los hoteles adheridos a Inguru (toma el nombre de una serie de grabados realizados por el escultor en 1968) se comprometen a lucir una lámina de esa serie que les identifica como amigos de Chillida-Leku y a disponer de información del museo. A cambio, se beneficiarán de una serie de ventajas, como invitaciones y descuentos en la entrada para sus clientes.