Tres ladrones roban y apalean a un empresario en Lloret de Mar

Tres ladrones encapuchados a los que buscan los Mossos d'Esquadra asaltaron la noche del pasado viernes la casa de un empresario inmobiliario de Lloret de Mar (Girona) y le propinaron una paliza que le causó graves heridas. La víctima, Joan Batallé, se encuentra ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos, de donde podría salir en las próximas horas para prestar declaración sobre los hechos.

Este asalto a un promotor inmobiliario es el segundo que ocurre en la provincia de Girona en los últimos días, después de que la semana pasada fuese asaltada también la vivienda de un empresario de Begur.

En aquel caso los ladrones se llevaron en su huida al hijo de la víctima, de cuatro años, que fue rescatado horas después en el interior del vehículo utilizado. En el asalto de Lloret, los ladrones se apropiaron también del lujoso automóvil de la víctima, un Mercedes CLK 200, que fue encontrado abandonado por los Mossos d'Esquadra en la misma urbanización de lujo Roca Grossa en la que residía la víctima, Joan Batallé.

Fuentes de la investigación explicaron ayer que están a la espera de la convalecencia del agredido para poderle tomar declaración y que pueda explicar los detalles del crimen. En el momento de ocurrir los hechos Batallé se encontraba solo en su domicilio y, al parecer, el objetivo de los ladrones era la caja fuerte de la vivienda. Una de las hipótesis del robo que baraja la policía autonómica es que la caja fuerte no pudiera abrirse o que el propietario de la casa se negase a hacerlo y que, en represalia, recibiese una brutal paliza de sus agresores, que le ataron las manos previamente.

Sin apariencias de robo

Los Mossos tampoco descartan que la caja fuese abierta para robar los objetos de valor que contenía y que posteriormente la cerrasen. Un portavoz policial explicó que la casa no presentaba signos aparentes de haber sido revuelta, probablemente porque los ladrones tampoco dispusieron de mucho tiempo. La víctima pudo alertar a una vecina de la zona de que estaba sufriendo el asalto y fue la mujer quien avisó a la policía municipal de Lloret de Mar y a los Mossos. Cuando los agentes llegaron a la urbanización ya habían huido los ladrones y las tareas de rastreo de la zona para localizarlos no dieron resultado.

Al margen del vehículo de lujo del propietario, los asalatantea se apropiaron también de las llaves del local inmobiliario que la víctima regenta en la vecina localidad de Vidreres. El establecimiento no sufrió ningún robo ni desperfecto porque fue cambiada la cerradura a las pocas horas de conocerse que las llaves habían sido sustraídas.