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PATRIMONIO

Aranjuez y la Comunidad zanjan su litigio por unas obras junto al Palacio Real

La política sirve para cooperar y superar conflictos. Así lo han demostrado la alcaldía de Aranjuez, que desempeña el socialista Jesús Dionisio Ballesteros, y el responsable de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, Javier Hernández. Las dos instituciones mantenían un espinoso litigio a propósito de unas obras en el llamado Raso de la Estrella, en el entorno del Palacio Real, que les había llevado incluso ante los tribunales. Sin embargo, gracias al diálogo y a la discreta intervención de mediadores, ambas acaban de suscribir un convenio en el que acuerdan retirar sus querellas ante instancias judiciales y -lo que es mejor en tiempos de agria crispación política- se avienen a colaborar para superar mutuamente el diferendo que les enfrentó.

El Consistorio presentará un nuevo proyecto para el Raso de la Estrella

"Todo empezó por un malentendido surgido de una trampa óptica que, en ocasiones, las extrañas leyes de la perspectiva ocasionan", cuenta una fuente independiente. La publicación de una fotografía en la que las casetas de un ferial parecían hallarse casi encima del palacio herreriano de Aranjuez alzó al cielo el grito de numerosos vecinos, celosos del extraordinario patrimonio histórico local, que vieron en la estampa una agresión visual expresión de un supuesto desdén del equipo municipal por este tesoro.

Además, el despliegue de obras limitadas en los aledaños de este mismo paraje, llevaron a colegir a los más escrupulosos que el Consistorio perpetraba cometer un delito urbanístico, por interpretar que se proponía edificar en un entorno histórico intocable. De estas quejas se hizo eco la oposición municipal de Aranjuez, que tiró de la levita del Gobierno regional para detener lo que consideraba un disparate con consecuencias estéticas y patrimoniales de grande y muy negativo alcance.

El Gobierno regional emitió una resolución que obligaba a detener las obras, a la que el equipo municipal, por su parte, respondió con un pleito por prevaricación contra la Comunidad, a la que le compete la fiscalización de cuestiones de trasunto patrimonial. El conflicto, al verse planteado ante los tribunales, estremeció las bases del juego político en la región.

Surgía asimismo en un escenario en el que Patrimonio Nacional, la institución que administra los bienes de la Corona, tenía una cuota de fuero propio por tratarse la zona en cuestión del perímetro aledaño a un real sitio como el de Aranjuez. También la Renfe, dada la proximidad de la estación ferroviaria al área en litigio, tenía algo que decir. Con todos estos elementos, la fronda escaló entre los meses de abril y agosto hasta una hiriente crispación que paralizó la acción política y que ahora la buena voluntad de Ayuntamiento y Comunidad ha disipado en este convenio que, a juicio de ambas partes, "refuerza la confianza de los madrileños en los instrumentos de conciliación que la política brinda".

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Así pues, el convenio suscrito entre el director general de Patrimonio, Javier Hernández, y el alcalde ribereño, Jesús Dionisio Ballesteros, contempla la supervisión regional de las obras en el Raso de la Estrella, que el Ayuntamiento se ha comprometido a retrazar en un nuevo proyecto. Éste se ceñirá, asegura el alcalde, a la limpieza de la maleza, al tendido de cableado de electricidad y agua, así como a la afirmación de un apelmazado para abrir vías transitables en un espacio donde era tradición secular de Aranjuez instalar ferias provisionales. El convenio prevé ahora dos semanas hábiles para fiestas en este lar.

Según explica una fuente de Patrimonio Nacional, lo que la fotografía de marras no permitía vislumbrar fue que la distancia entre las casetas provisionales del ferial y los muros de palacio medía unos 300 metros. Ello despeja las dudas generadas por una supuesta e inquietante inmediatez que, de ser verdadera, hubiera explicado la preocupación de los más celosos defensores del patrimonio y la pugna por su defensa emprendida por el PP local.

"Lo más importante es que tanto el Ayuntamiento como la Comunidad", dice Hernández, "nos hemos comprometido a que Aranjuez obtenga el año entrante la puntuación suficiente para seguir siendo considerada Patrimonio de la Humanidad, meta en cuya consecución ambas instituciones estamos profundamente involucradas".

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