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Columna
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La Gran Manifestación

"Más trabajo de cocina" pide el lehendakari a las formaciones políticas vascas, menos frivolidad y menos apariciones en los medios de comunicación. Quiere discreción y su consejo parece atinado ante la algarabía que nos envuelve. Por eso, hombre admirable, no le duelen prendas en predicar con el ejemplo y en el mismo rapto informativo nos comunica que: a) Batasuna debe tomar parte en las municipales b) debe hacerlo "con todos sus sacramentos" c) la Ley de Partidos, instrumento del pasado, sobra d) con ETA hay que hablar de política e) la clave de la solución es el Nuevo Estatuto Político, vulgo Plan Ibarretxe. Menudencias. Así, la discreción, prudencia y mesura lo inunda todo en este Pueblo con identidad, siempre presto a cerrar filas tras su lehendakari, que ya en Semana Santa, cuando contemplaba premonitorio la Pasión Viviente de Balmaseda, avisaba que "si no ayudamos todos, va a ser difícil que salgamos adelante", "tenemos que hacer más y decir menos en los medios de comunicación". Es lo del clásico, los vascos somos cortos en palabras y largos en hechos, y si bien la longitud de las gestas del día no resulta fácilmente mensurable, las pruebas prueban que recortamos los mensajes al mínimo, ajustándonos a las directrices y ejemplo de nuestro lehendakari.

Quieren que saquemos las cosas adelante entre todos, siempre que pedaleemos juntos y en la 'dirección correcta'
La realidad prueba que recortamos los mensajes al mínimo, ajustándonos a las directrices y ejemplo de nuestro 'lehendakari'

Gracias a tanta mesura y discreción sabemos que "el movimiento pro amnistía" convoca a Acto en Anoeta el día de Reyes Magos. Fieles del Olentzero, debe descartarse que sea para acogernos al patronímico, en este caso Reyes venidos de España, dicho sea con perdón. Hay que juntarse ese día, entre otras cosas, para "compartir con la sociedad vasca (...) la necesidad de dar nuevos pasos hacia delante en la dirección correcta para resolver el contencioso". Es bonito saber que hay una dirección correcta. Cuesta averiguar por qué nos liamos tanto si sabemos que la solución está en el Nuevo Estatuto Político y en la dirección correcta que nos señalarán en Anoeta. De nuevo Anoeta: es velódromo, y allí los ciclistas dan vueltas y vueltas sin salir del sitio, y se caen si dejan de darle a los pedales. Pero para qué perder el tiempo si nos están diciendo que nos tragamos lo suyo o no tenemos nada que hacer, pues, además de discreta, esta gente es dialogante y demócrata. Por eso quieren que saquemos las cosas adelante entre todos, siempre que pedaleemos juntos y a la vez en la dirección correcta.

Podremos demostrar que asumimos sus lecciones y estamos por la labor los próximos días 16 y 17 de diciembre, en los que, con la debida discreción, se celebrará el Día del Derecho a la Nacionalidad. Aunque resulte raro que un día se trasmute en dos, es lo que hay. Tan curioso fenómeno se comunicó al mundo en la no menos discreta manifestación que recorrió Durango en la oprobiosa jornada de la Constitución para protestar contra tan insoportable represión, pues los españoles son de lo que no hay, nos oprimen hasta con sus fiestas. No como los venezolanos, pueblo hermano donde los haya, inclinados en primera instancia a nacionalizar a nuestros luchadores y soltarles un pastón. ¿Terroristas? No, gracias: revolucionarios vascos. La venezolización del conflicto constituye otra discreta aportación de estos días creativos. Tendría su aquel, si la admirada nación bolivariana quisiera llevárselos a todos.

Ante este despliegue de discreción, diálogos en la intimidad, alejamiento de los medios de comunicación y rechazo de la frivolidad, gusta sobremanera lo que ha pensado el Gobierno vasco y filtrado por boca del buen Madrazo ante la indignación de sus colegas, que les da rabia el protagonismo de tan preclaro consejero. La idea: una Gran Manifestación de Euskal Herria en apoyo al proceso de paz/de construcción nacional/de desarrollo del Plan/del final del terrorismo/de la autodeterminación de Euskal Herria... de lo que sea. Pasarán décadas y nunca podremos agradecer lo bastante tanto esfuerzo de nuestro Gobierno protector por normalizarnos y sacarnos de nuestros pozos, hasta la paz a pazazo limpio. Quieren que a la ansiada manifestación no vayan solos los del tripartito -y eso que se bastarían para llenar las calles, pero son gobernantes nobles y generosos y, llenos de sentido común, desean vernos a todos, que se pueda pasar lista-, sino también los batasunos y los del PP y los sociatas. Todos. Resulta la idea más inteligente y astuta desde la Pasión Viviente de Balmaseda, cuando empezó el Gernika-Dakar de la paz. Revela gran conocimiento de lo que hay.

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Como quieren demostrar que este Pueblo con identidad responde unánime a una convocatoria "potente, plural, social, abierta, integradora y no excluyente", parece que cada quisque irá con sus justas reivindicaciones. Marcharán en la manifestación magna los tripartitos entonando conmovedoras loas al Plan (Nuevo Estatuto Político), los chicos de HB gritarán "jo ta ke", "kaña a Espania", "gora ETA" y amenazarán a quienquiera les discrepe, irán los del PP acojonados porque les llaman cabrones y les echan piedras, los del PSOE acojonados por lo que les pueda caer, pero sonrientes. Esa bella imagen de pluralidad, diversidad y riqueza popular será un revulsivo para la paz y no sería de extrañar que con el entusiasmo la muchachada de ETA pusiera su granito de arena con su celebérrimo número de encapuchados y fusiles, quizás disparando al aire, quizás más abajo. No faltarán en la manifestación de Euskal Herria los del carnaval de Lanz bailando con sus pieles, ni curas vascos bendiciendo a sus fieles y reprobando a quienes, españoles, no pertenecen a la grey nacional. También irán pastores con rebaños de ovejas y los de Elkarri/Lokarri llevando agua a todos los contendientes, pues son mediadores, así como los jugadores del Athletic en penitencia y los de la Real pegándose los unos a los otros. Un Pueblo (con identidad) en marcha.

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