El chico guapo se hace mayor
Era todo un reto para una gran estrella: un papel dramático y muy arriesgado junto a un plantel de actores no profesionales. Brad Pitt se atrevió, lo aceptó y su condición de chico guapo y famoso desaparece con la fuerza de su personaje, en la más teatral de sus interpretaciones
Brad Pitt se ha hecho mayor. Los cuarenta les llegan incluso a los héroes de Hollywood. Y para cuando cumpla los 43, el 18 de diciembre, no habrá duda de que este actor nacido en Oklahoma, más que aceptar la edad, la estaba buscando. Si no, por qué mostrar esas canas o esas patas de gallo que arrugan su rostro en Babel. Al natural, canas tiene alguna, pero arrugas, ni una. Como mucho, las que se le forman al sonreír, algo que cada vez hace con más frecuencia. En la vida real, Pitt también se ha hecho mayor: en un año ha pasado de ser el divorciado de oro a padre de tres criaturas. "Ya ves desde la última vez que nos vimos. Tres hijos", dice al sentarse.
Como asegura el director de Babel, el mexicano Alejandro González Iñárritu, Pitt necesitaba este cambio de registro: "Tiene magnetismo, poder para conectar con la audiencia; un atractivo con el que es fácil sentir empatía. Y en su papel en Babel debía dejar todo eso de lado para que el público se olvidara de la celebridad llamada Brad Pitt y fuera capaz de ver sólo al ser humano y sentir su interpretación". Pitt era consciente de sus propias limitaciones. Muchas veces ha hablado de la trampa de ser una estrella: "Es un privilegio estar invitado a este club, pero también un callejón sin salida". De ahí la ilusión con la que se toma lo que para otros es crisis de edad: la madurez, además de abrirle puertas, le puede acercar al Oscar, si se materializa la rumoreada candidatura por su papel dramático de padre y esposo afligido en Babel, un galardón al que ya aspiró como mejor actor secundario en 1996 con Doce monos. Su amigo González Iñárritu sale en defensa del héroe: "Pitt no busca la gloria, le atrajo el riesgo de este papel, el reto; eso dice mucho de quién es".
A pesar del cambio de registro interpretativo, aún queda mucho de estrella en él. El estreno de Babel en Los Ángeles se tornó casi en una melée donde sus guardaespaldas le advertían eso de "no te aventures donde no tengas protección". Y al otro lado del globo, en India, el rodaje de su nueva película como productor, A mighty heart, la cinta sobre el periodista decapitado en Afganistán, Daniel Pearl, que protagoniza su compañera sentimental, Angelina Jolie, es una pelea diaria con los paparazzi. Pero en el hotel Hilton Universal, Pitt se muestra sonriente, relajado, en tejanos y camisa, casi diciendo lo de "pregunta lo que quieras". Casi, porque al llegar a lo personal se cruza de brazos. "Digamos que algunos medios han publicado historias a cual más tonta y no quiero contribuir a eso", resume. Esas historias cuentan con título corto: "Brangelina".
Una palabra que Pitt ni quiere escuchar y no porque reniegue de la mujer que le ha dado sus tres hijos (dos de ellos adoptivos: Maddox, de cinco años, y Zahara, a punto de cumplir dos, y la tercera, la pequeña Shiloh Nouvel, biológica). "Eso no es periodismo. Es especulación y sensacionalismo, y dice mucho sobre nuestra cultura", afirma sobre la persecución sufrida desde su ruptura con la chica Friends Jennifer Aniston. "Da igual que sea mi vida o las elecciones, es el hecho de usar el periodismo como arma en lugar de informar. Si hablamos de mantener una conversación real en vez de capitalizar el sensacionalismo, soy el primero en brindarme, pero de la otra forma no", agrega. Ahora que, dice, "las cosas se han calmado", puede hablar con más libertad. "El cambio ha sido inmenso: ser padre, llegar a los cuarenta, tener clara la dirección a seguir. De joven me dejaba llevar, lo probaba todo, pero ahora sé quién soy, sé lo que me importa".
Los halagos sobre su talento no son una novedad. Ni los 20 millones de dólares que cobra por película. Pero sí críticas como la de la revista Variety que hablan de una interpretación "de peso y fuerza" o la de The Hollywood Reporter que describe su trabajo en Babel como "concienciado". Nuevo es también que su posible candidatura al Oscar se multiplique no sólo como actor, sino como productor, con Running with scissors o con lo último de Scorsese, Infiltrados. Y además están sus hijos. "Para el 2007 serán seis. Voy a por el equipo de fútbol", admite. Lo dice su amigo el actor George Clooney: "Ahora se pasa el día rodeado de críos por todas partes". Para ellos quiere el actor la mejor educación, pero no habla de grandes escuelas, sino de exponerles a diferentes culturas. "Viajar es uno de los grandes lujos educativos", afirma el padre de una familia que la prensa define como "arco iris" por sus distintos orígenes: niños nacidos en Camboya, Etiopía y Namibia. "Y es que ellos hacen la vida más eficiente", abrevia Pitt. "Tienes que resolverlo todo más rápido y no queda tiempo para hacerlo mal. Deseas volver a casa y su presencia le da más sentido al trabajo; pienso que lo hago por ellos, para que puedan verlo un día". Un cambio de motivación que explica su interpretación en Babel, de lo más humana. A Pitt le preocupa el tema de la incomunicación que plantea la película. "No darnos cuenta de las diferencias que marca el hecho de nacer en un lado u otro; lo afortunados que somos en esta latitud. Estamos tan acostumbrados a criarnos dentro del "sueño americano", que olvidamos a los que carecen de oportunidades".
Su conciencia social va en aumento y junto a los dos millones de dólares que donó este año junto a Jolie para ONG como Médicos Sin Fronteras y Acción Global por la Infancia, Pitt dedica cada vez más tiempo a promocionar causas que considera justas. Muchos, sin embargo, aseguran que es sólo filantropía de niño rico y guapo. Pitt admite que a veces duelen esos comentarios, pero que hay quien tiene razón. "Existen más de uno y más de dos malos ejemplos", reflexiona.
Pero eso no le impide dedicarse a otras actividades más allá del cine o la familia. Como el concurso de arquitectura que convocó este año en Nueva Orleans para facilitar la reconstrucción del área tras la devastación del huracán Katrina. "No soy de los que van por la vida con una bandera blanca y abrazando árboles, pero creo que estamos faltos de un verdadero entendimiento en lugar de tanto imponer nuestros valores", añade serio y cerrando el tema.
Dentro de esta nueva etapa, Babel no será una cinta aislada. Pitt seguirá su estela con estrenos como The assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford, y también su carrera como estrella al uso con la tercera entrega de esa taquillera reunión de amigos que es Ocean's 13. Y tiene metas de más altura: Jolie le ha contagiado su amor por las nubes. "Volar es el matrimonio perfecto entre la habilidad del hombre, la naturaleza y la máquina. El placer y la libertad que da volar no es comparable con nada", admite, recién licenciado.
'Babel' se estrena el 27 de diciembre en toda España. El libro sobre el rodaje de la película, dirigido por María Eladia Hagerman, está ya a la venta, editado por Taschen.
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