Un icono del estilo

Truman Capote prefería a Marilyn Monroe como protagonista de Desayuno con diamantes, pero Blake Edwards, el director que llevó la novela al cine, no se dejó influenciar por la opinión del escritor. Y no se equivocó. Desayuno con diamantes acabó por convertir a la actriz en un icono de moda. La imagen de Audrey Hepburn, vestida de negro por Givenchi, frente a los escaparates de Tiffany's, en el papel de Holly Golightly, atrajo a una generación de espectadores y ha pasado a la posteridad.

Pasados 13 años de su muerte, su bello rostro de enormes ojos negros sobresale en el firmamento de las estrellas al lado de mitos como Marlon Brando o James Dean. El vestido con el que interpretó a su personaje más emblemático se subastó esta semana en Christie's en Londres por 694.205 euros. "A diferencia de sus distinguidas colegas, no se comportaba como una estrella. Sabía cómo modelar su imagen", aseguró Givenchi, el diseñador francés que la vistió en muchas de sus películas y con el que mantuvo una amistad que duró más de 40 años.

En estos tiempos de estrellas siliconadas, Audrey Hepburn encarna una clase de elegancia especialmente apreciada en la era de los vaqueros rotos.