Diez soldados de EE UU mueren en cuatro ataques diferentes
Diez soldados estadounidenses murieron ayer en cuatro ataques diferentes en Irak en lo que representa una de las cifras de bajas más altas en sólo día en los últimos meses. El Ejército estadounidense reconoció el número de muertos, aunque no aportó más datos sobre las circunstancias en las que fallecieron los militares.
Un total 2.917 soldados de EE UU han muerto en Irak desde la invasión de marzo del año 2003, muchos de ellos en ataques con bomba o en combate, sobre todo en la conflictiva provincia de Al Anbar.
Precisamente una de las consecuencias de una retirada de las tropas de EE UU, incluso si afecta sólo a las unidades de combate, tal y como lo recomienda el Grupo encabezado por James Baker, sería un descenso en los muertos estadounidenses, pero podrían producirse más víctimas iraquíes por la explosión de una violencia comunitaria que ya no encontraría ningún freno, opinan varios expertos militares.
"A corto plazo veríamos un descenso de las bajas. Pero una retirada haría que la iniciativa pasase al enemigo y provocaría una reducción de las patrullas que actualmente frenan la actividad del enemigo", dice Stephen Biddle, del Instituto de Estudios Estratégicos de la Escuela de Guerra del Ejército. "Si se repliegan en sus bases, la intensidad de la guerra civil aumentará de forma dramática".
Mientras mueren cada día 120 personas de forma violenta en Irak, según las estimaciones de la ONU, existe el peligro de que el número de muertos se dispare si las tropas de EE UU se refugian en sus bases y abandonan uno de los últimos controles frente a los escuadrones de la muerte comunitarios.
Además, según otros analistas, los estadounidenses se centran demasiado en la instrucción de un Ejército compuesto sobre todo por chiíes, y olvidan que el país está inmerso en un conflicto que enfrenta chiíes y suníes. "Podemos entrenar a los iraquíes para que sean mejores soldados, pero no está demostrado que podamos entrenarles a ser mejores iraquíes", dice Loren Thompson, investigador en el instituto Lexington. "Siempre serán leales a sus comunidades y sus tribus antes que al Gobierno central", opina Thompson.
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