Casi incomunicada

El Ministerio de Fomento ha reorientado el proyecto inicial de la estación, elaborado durante la etapa de Francisco Álvarez Cascos (PP), y ha multiplicado la inversión, que inicialmente era de 7,8 millones de euros, para construir una estación que será el nuevo eje central de las comunicaciones de la provincia. El presupuesto ha superado los 27 millones, ha pasado de 6 a 10 vías y de 25.000 metros cuadrados a más de 54.000. "Era un proyecto pobre", aseguró la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, el pasado septiembre durante una visita a las obras.

Pese al aumento de la inversión, la estación se abrirá con unas comunicaciones por carreteras deficientes. A la falta de autobuses hay que añadir que la estación no está conectada con las principales vías de comunicación de la zona. Está ubicada junto a la N-240, que une Tarragona y Valls. Ahora es una carretera de un solo carril en cada sentido y su reconversión en autovía, en fase avanzada de tramitación, demuestra que ha quedado obsoleta. Un ramal de nueva construcción de aproximadamente 1,2 kilómetros desde esta carretera hasta la nueva estación es el principal acceso.

En privado, varios dirigentes políticos tarraconenses critican una estación a la que sitúan "en medio del desierto". El presidente de la Cámara de Comercio de Tarragona, Albert Abelló, duda del servicio real que prestará una instalación con tan pocos enlaces por carretera y se pregunta: "¿Quién cargará con la cruz de la penosa imagen que corremos el riesgo de dar?".