Los científicos europeos ultiman la definición del próximo gran telescopio

Los astrónomos europeos ultimaron la semana pasada la definición del que será el mayor telescopio óptico del mundo, con un espejo de 42 metros de diámetro compuesto por entre 800 y 1.000 piezas hexagonales que formarán un área captadora de luz de 1.200 metros cuadrados. El ELT (siglas en inglés de Telescopio Extremadamente Grande) podría entrar en servicio en 2018. "Hemos obtenido aquí en Marsella el consenso de la comunidad científica sobre las especificaciones del futuro ELT", señaló Catherine Cesarsky, directora general del Observatorio Europeo Austral (ESO), que lidera el proyecto, informa France Presse. Los estudios previos de la gran instalación todavía durarán tres o cuatro años más, pero los científicos acotaron ya las características esenciales del ELT de 42 metros. Su coste sería de unos 1.000 millones de euros.

El nuevo telescopio incorporará la tecnología de óptica adaptativa para compensar las fluctuaciones atmosféricas que afectan a la luz procedente de las estrellas y restan resolución al telescopio. Este problema no lo tienen los observatorios en órbita, pero son mucho más pequeños: el espejo del Hubble mide 4,2 metros de diámetro, y el próximo telescopio espacial, que será de infrarrojos, medirá 6,5 metros.

En los últimos años se ha barajado la posibilidad de construir un telescopio de 100 metros de diámetro, pero se considera demasiado arriesgado.

También Estados Unidos plantea un observatorio terrestre de este rango, con dos proyectos competitivos: uno de 30 metros de diámetro en colaboración con Canadá y otro de 21,5 metros con Australia. En cuanto a la ubicación del ELT, Cesarsky dijo que no se excluía Canarias (el acuerdo de entrada de España en el ESO indica que se tendrá en cuenta esta ubicación a la hora de elegir un lugar idóneo para el futuro telescopio europeo). También se explorará la posibilidad de Chile (donde el ESO tiene sus observatorios actuales), "pero también Argentina, donde hemos encontrado un lugar excepcional", dijo la directora general.

Cesarsky comentó que para el ESO, no sería en absoluto una estupidez considerar la instalación del futuro ELT cerca del gran radiotelescopio Alma, que se está ahora construyendo en el norte de Chile.