Un organismo oficial permitirá seguir la contaminación en el mar

El Gobierno anunció ayer en A Coruña, a través de su vicepresidenta primera y portavoz, María Teresa Fernández de la Vega, la creación de una Oficina Española de Oceanografía Operacional para pronosticar el comportamiento de los mares y océanos. Con este organismo, España evitará depender de Francia y Portugal en este ámbito, como ocurrió durante la catástrofe del Prestige para predecir la deriva de las manchas de fuel.

Pronosticar la trayectoria en el mar de una mancha de hidrocarburos, localizar el barco causante de un vertido, buscar un náufrago o una embarcación a la deriva, prevenir y gestionar mareas rojas o plagas de medusas, o simplemente predecir las condiciones del mar para la navegación mercante o de recreo, son algunas de las funciones que desempeñará esta nueva oficina, cuya creación es la culminación de tres años de investigaciones iniciadas a raíz de la catástrofe que asoló en 2002 la costa gallega.

Francia y Portugal, también afectados por aquella marea negra, prestaron entonces sus respectivos organismos de información oceanográfica, una herramienta fundamental de la que España, con sus más de 3.500 kilómetros de costa, carece. Una enorme laguna que el Gobierno cubrirá al convertir el proyecto de investigación llamado Eseoo en una "estructura estable" dedicada a estudiar y predecir el comportamiento del mar, según anunció la vicepresidenta del Gobierno tras serle presentado ayer en la Torre de Control Marítimo de A Coruña el resultado exitoso de tres años de trabajos e investigación en el que participaron tres ministerios, ocho universidades españolas e instituciones gallegas.

Al igual que ocurre con la meteorología para predecir el comportamiento de la atmósfera, la oceanografía operacional permite determinar la evolución del estado del mar, oleajes, corrientes marinas, nivel de salinidad o la reacción química de un hidrocarburo al entrar en contacto con el agua salada. Es información imprescindible en la lucha contra la contaminación, operaciones de rescate y para la práctica de actividades pesqueras, náuticas o turísticas. La vicepresidenta del Gobierno enmarcó este nuevo organismo, útil incluso para la predicción de tsunamis, entre las medidas adoptadas para que "nunca más pueda reproducirse otra tragedia como la del Prestige".

De la Vega acompañó su optimismo con afirmaciones tranquilizadoras sobre las fugas de fuel que, cuatro años después, se detectaron en la zona donde reposa el pecio del viejo petrolero. "Esas manchas e irisaciones" de hidrocarburos procedentes del barco hundido a 3.500 metros de profundidad "no van a tener consecuencias en el medio marino, ni costero", aseguró la portavoz del Gobierno. E insistió en que los científicos consideran "remota" la posibilidad de un "escape masivo" de fuel. Repsol, que llevó a cabo al año del desastre las labores de sellado del Prestige, ha sido elegida por el Gobierno para acabar con esas fugas o con cualquier otra que tenga algún "impacto significativo", subrayó.