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El Gobierno catalán incumple la paridad también en los altos cargos

Sólo cuatro de las 23 secretarías generales están ocupadas por mujeres

"Ya no hay excusas para no hacerlo", solemnizó durante esta campaña el socialista José Montilla. Quien ahora ocupa la presidencia de la Generalitat se refería a alcanzar la paridad de género en el Gobierno y en la Administración catalana. Incluso el Ejecutivo de Pasqual Maragall aprobó un paquete de medidas para conseguirla. Pero ni con esas. De los 14 consejeros, sólo cuatro son mujeres, el 28,5%. Ayer, el Consell Executiu nombró a los responsables de 23 secretarías generales. Sólo fueron designadas cuatro mujeres, el 17%.

Ni siquiera el consejero de la Vicepresidencia, el republicano Josep Lluís Carod Rovira, pudo ayer esconder lo obvio: "No nos sentimos satisfechos". Pero incluso después de este arranque de franqueza encontró excusas para justificar esta anómala situación. "En un Gobierno de coalición, estas cosas son más difíciles [de conseguir] que cuando sólo hay una formación", afirmó el también líder de Esquerra Republicana, una formación que de los cuatro consejeros que ha aportado al tripartito, sólo uno es mujer.

El pasado 21 de octubre, en plena campaña y en un mitin ante un entregado público femenino, José Montilla fue preguntado por la posibilidad de que su Gobierno siguiera el principio de la paridad de género. "Ya no hay excusas para no hacerlo", respondió. Aseguró, justo después, que si accedía a la presidencia la paridad no se daría sólo entre los consejeros, sino "en todos los niveles de la Administración".

Las palabras de Montilla sólo eran una promesa electoral. En cambio, el Gobierno catalán, en manos de Pasqual Maragall, había pasado de las palabras a los hechos. En marzo de 2005, el anterior tripartito destinó 35 millones de euros a un plan para promover la igualdad entre hombres y mujeres y con el compromiso de garantizar un 50% de presencia femenina en "todos los órganos administrativos".

Financiación de ERC

Ayer, a Josep Lluís Carod le tocó estrenarse en la conferencia de prensa del primer Consell Executiu. Comunicar estas comprometedoras y desequilibradas cifras fue su principal cometido. Y es que los nombramientos aprobados ayer dan fe de que la presencia de mujeres en el segundo nivel de la Administración catalana ha empeorado respecto a la del anterior Gobierno catalán. Si en el Ejecutivo representan poco más del 28%, entre las secretarías generales apenas alcanzan el 17%.

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En el Gobierno catalán también se recuerda que Cataluña no es, ni mucho menos, la única comunidad cuyo Gobierno no es paritario. De hecho, sólo ocho autonomías respetan este principio: Galicia, Andalucía, Castilla-La Mancha, Asturias, Ceuta, País Vasco, Baleares y Castilla y León.

Carod tuvo que lidiar las preguntas incómodas de unos periodistas que querían conocer las razones de este incumplimiento. El republicano también se mostró escurridizo cuando se le preguntó por la controvertida carta financiera de su partido. ¿Cobrará Esquerra Republicana las polémicas cuotas, de hasta el 25% del sueldo, a todos los cargos de confianza que coloque en el Ejecutivo? El consejero de la Vicepresidencia ni lo confirmó ni lo negó. Se limitó a decir que eso es una cuestión de partido que "no tiene nada que ver con la dinámica interna o externa del Gobierno".

De hecho, separar partido y Gobierno es lo que Montilla ha pedido a todos y cada uno de sus consejeros para evitar encontronazos. Las disputas de partidos, también entre socios, quedarán en el Parlamento. "El Gobierno tendrá una sola voz", reiteró Carod una y otra vez antes de añadir que, para evitar suspicacias, reducirá al mínimo su actividad de partido mientras esté en el Gobierno, un compromiso similar al que ha asumido José Montilla. Todo para evitar que el Ejecutivo se contagie de las disputas partidistas que tanto dañaron al tripartito de Pasqual Maragall y al propio presidente.

Además de formular la habitual lista de buenas intenciones y hacer los primeros nombramientos, Montilla expuso ayer a sus consejeros cuáles deben ser sus prioridades a partir de hoy. Y estas pasan, en primer lugar, por aprobar las 23 leyes que el anterior Ejecutivo dejó pendientes en el Parlamento. De estas, media docena están a punto de ser aprobadas, y al menos una de ellas verá la luz antes de fin de año. Será la Ley de Servicios Sociales para la universalización de la atención social independientemente del nivel de renta del beneficiario.

También antes de fin de año Montilla comparecerá ante la Comisión Institucional del Parlamento catalán para explicar sus prioridades de Gobierno. Sus 14 consejeros harán lo propio en otras tantas comparecencias en enero.

Carod elude las selecciones

Josep Lluís Carod Rovira se esforzó ayer por desentenderse del espinoso asunto de las selecciones deportivas catalanas, que tantos quebraderos de cabeza le han dado en el pasado no sólo a él sino al anterior Gobierno, de Pasqual Maragall. Ayer, en la rueda de prensa posterior a la primera reunión del Ejecutivo, Carod anunció que esta competencia dependerá del área de relaciones internacionales y que la secretaría general de deportes se dedicará principalmente a la promoción del deporte de base. Aunque ambas áreas, asuntos exteriores y deportes, están asignadas a su departamento, Carod dio a entender que, siempre que pueda, intentará obviar cualquier pronunciamiento respecto a la reivindicación de las selecciones deportivas catalanas. "El Gobierno tendrá una voz única al margen de las diferencias legítimas de cada partido", advirtió.

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