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El proyecto fija 150.000 personas en el rural, cuidando pinos

El plan de las industrias madereras gallegas calcula que los efectos económicos y sociales de la nueva gestión del bosque se traduce en la fijación de unas 150.000 personas del rural gallego, un 50% de las que actualmente viven del negocio forestal. Con el proyecto de la industria forestal en la mano, la mayoría de esta población viviría de cuidar, cortar y plantar pinos y eucaliptos, conformando una brigada real de vigilancia y control de los incendios.

El proyecto prevé aumentar muy poco la superfie arbolada de Galicia (sólo un 20%), pero sí hacer más densos los bosques. El mayor cambio se propone en la gestión: frente al minifundismo actual (hay casi 700.000 propietarios diferentes), la industria quiere gestionar directa o indirectamente los bosques.

Según los datos del estudio presentado por Finsa, el cambio en la gestión generaría 5.000 nuevos puestos de trabajo directos, 30.000 empleos indirectos y 4.000 millones de euros en valor añadido, el triple de lo que actualmente produce.

Con los proyectos de clonación de especies que están introduciendo Ence y otras industrias en Galicia, la productividad del monte pasaría de 5 a 8,2 toneladas por hectárea de arbolado. Con esta previsión, la producción maderera total de Galicia se duplicaría desde los 7 millones de toneladas a los 14 millones anuales. El proyecto también prevé un fuerte aumento de las inversiones forestales en Galicia, para la compra y plantación de árboles así como la implantación de nuevas papeleras y muebleras.

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