Energía y medio ambiente

Hace unos días he recibido una carta de mi compañía eléctrica, una compañía que comercializa energía renovable, en la que me pedía que me diera de baja de forma voluntaria. Creo que debe ser la primera vez que una empresa me escribe para pedirme que me dé de baja de sus servicios, así que leí la carta con atención.

Hace ya más de un año que elegí esta compañía eléctrica, aun sabiendo que tendría que pagar más en mi factura de electricidad. No fue una decisión tomada a la ligera, opté por una compañía que apostaba por un producto más respetuoso con el medio ambiente, un producto realmente verde.

Ahora me encuentro con que esta compañía eléctrica pide mi baja voluntaria porque desde hace año y medio se enfrenta a una difícil situación. Mientras el Gobierno compensa a las compañías distribuidoras por el déficit que acumulan al vender energía eléctrica por debajo de los costes (que pagaremos todos los consumidores de energía en los próximos años), no sucede lo mismo con las compañías no distribuidoras que trabajan en el mercado liberalizado. Éstas deben hacer frente desde enero de 2005 a un incremento espectacular en el precio de la energía del mercado mayorista.

Me encuentro entonces con que ninguna de las compañías distribuidoras me ofrece realmente una energía respetuosa con el medio ambiente y que la política del Gobierno en este ámbito me obliga, a su vez, a hacerme cargo de las compensaciones que otorga a las distribuidoras.

Es decir, la liberalización de este mercado en el año 2003 no parece ser tal. Señora ministra de Medio Ambiente, ¿qué opción tenemos los consumidores comprometidos con la defensa del medio ambiente cuando ni poniendo más dinero de nuestro bolsillo podemos optar por una opción realmente verde.