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Entrevista:JUAN MANUEL MORENO | Experto en Educación del Banco Mundial

"Cuanto más progresa un sistema, mayor es la insatisfacción"

J. A. Aunión

Desde la UNED, un proceso de selección "normal y corriente" llevó hace cuatro años a Juan Manuel Moreno al Banco Mundial (BM). Hoy es el asesor principal de Educación del organismo internacional. Hace cuatro días habló en la semana monográfica de la Fundación Santillana sobre cómo mejorar la calidad de la educación. Se sorprende de la cantidad de personas que desconocen que el BM "invierte más de 2.000 millones de euros" en educación, principalmente en los 85 países considerados muy pobres, a los que da créditos sin intereses con 15 años de carencia (no tienen que empezar a devolverlo hasta ese momento).

Pregunta. ¿Y dónde invierte en Educación el BM?

Respuesta. Para empezar, alberga la oficina de la Iniciativa de la Vía Rápida, programa internacional para universalizar la educación primaria en todo el mundo.

P. La plataforma Educación para Todos, formada por ONG como Intermón Oxfam, suspendió a la mayoría de países en esta iniciativa.

R. Uno de los dolores de cabeza que tenemos en el BM es perseguir precisamente a los que no hacen los deberes, los que comprometen el dinero y luego no lo desembolsan...

P. ¿Cómo va ese objetivo de educación para todos?

R. La verdad es que el objetivo de que todos los niños y niñas del mundo terminen la primaria se antoja demasiado modesto, poco ambicioso. Porque sabemos que en el mundo en desarrollo la educación primaria ya no es suficiente para estar en el mapa; lo que realmente hace salir de la pobreza a la gente es la secundaria. Pero al mismo tiempo es cierto que el año pasado había 130 millones de niños sin escolarizar, pero ahora mismo se ha reducido a 80 millones, aunque esto no consuela a nadie.

P. ¿Es entonces la educación primaria el foco principal del trabajo del BM en educación?

R. Es una prioridad, pero se está invirtiendo cada vez más en proyectos de secundaria y universidad, porque los países cada vez lo piden más. En poco tiempo, el BM ha pasado de ser una institución que financiaba básicamente infraestructuras, a financiar programas de formación del profesorado, diseños curriculares, informes...

P. ¿Se puede aumentar la calidad sin perder equidad?

R. Mejorar la calidad es mejorar la equidad. No sólo incrementar el acceso equitativo a la educación, que por supuesto, sino conseguir una mayor igualdad de resultados. Si uno ve los países mejores posicionados en PISA, en la distribución por niveles de habilidad, del uno al seis, lo que han hecho ha sido justamente reducir hasta casi erradicar el porcentaje de alumnos que puntúan en el dos, uno o por debajo. Es decir, lo que han hecho ha sido igualar por arriba.

P. ¿Y cuál es el ingrediente principal para que el mayor número de centros educativos tengan éxito?

R. Quienes marcan la diferencia son los profesores y los directores. Tener profesores, ya no solamente bien formados y con experiencia y con dominio de su materia, sino también motivados, trabajando en una comunidad de práctica profesional, bien apoyados por la dirección y por otros servicios de apoyo a la escuela.

P. ¿Cómo se ve la educación española desde la perspectiva internacional?

R. No me creo las lecturas catastrofistas. Los datos estadísticos son como muñecos en manos de un ventrílocuo; dicen lo que tú quieras. Desde donde yo estoy, que trabajo en Tayikistán, Afganistán... el sistema español se ve como el paraíso. En educación, curiosamente, las soluciones de hoy se convierten en los problemas de mañana, es decir, cuanto más progresa el sistema educativo de un país, mayores son las expectativas que se generan sobre el sistema y mayor es la insatisfacción.

P. Quizá España está justo en el momento en que acaba de alcanzar la escolarización obligatoria hasta los 16 años, y ahora lo que quieren los padres es ese extra de calidad.

R. Exacto. Estamos en esa transición de habernos preocupado principalmente por garantizar el acceso igualitario al sistema y estamos empezando a preocuparnos por los resultados. Y además, como cada vez nos importa más la educación y cada vez prestamos más atención a lo que estamos consiguiendo, en una sociedad cada vez más compleja, es entendible que el grado de descontento sea mayor. ¿Eso significa que la educación es peor que hace 20 ó 30 años? Eso es una gran tontería, no ya una simplificación, sino una simpleza, además, interesada.

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Sobre la firma

J. A. Aunión
Reportero de El País Semanal. Especializado en información educativa durante más de una década, también ha trabajado para las secciones de Local-Madrid, Reportajes, Cultura y EL PAÍS_LAB, el equipo del diario dedicado a experimentar con nuevos formatos.

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