Al rescate de la memoria

En forma de retrato, hoy se restituye en el Ministerio de Educación la memoria de nueve ministros que ocuparon sus puestos durante la República y a principios de siglo, pero que nunca tuvieron su cuadro colgado en las paredes del ministerio, como todos los demás.

El mundo educativo está viviendo en las últimas semanas varios capítulos en los que se está recuperando la memoria de las aulas españolas. El jueves pasado los maestros republicanos muertos tras el golpe de Estado de Franco contra la República, centenares, tuvieron un homenaje en el Palacion de Congresos y Exposiciones. Allí se contaron las historias de un puñado de ellos que fueron asesinados al inicio de la Guerra Civil y se recordó calurosamente a todo el colectivo de maestros que en la República emprendieron una de las más fructíferas (aunque corta, y finalmente truncada) páginas de la historia educativa de este país. Muchos políticos, intelectuales y, desde luego, maestros, asistieron para dar las gracias, con retraso, a los maestros de la República.

Y esta misma semana la Universidad Complutense celebrará un merecido tributo a los muchos profesores, investigadores y personal de esta institución que fueron represaliados por el Régimen franquista, en lo que supuso, quizá el más duro golpe intelectual que ha sufrido la cultura y la ciencia españolas. Un libro ha recogido estas historias y para todos ellos habrá un homenaje. No faltan nombres famosos en esta lista recopilada por la Complutense, Blas Cabrera, Francisco Grande Covián, Juan Negrín o Jorge Francisco Tello, discípulo predilecto de Santiago Ramón y Cajal, entre otros muchos que pagaron el ejercicio de su libertad de cátedra y su pensamiento libre con el exilio y una feroz represión. Pero hay otros muchos, menos conocidos, que también sufrieron el aniquilamiento de su profesión a manos de la dictadura. Para todos ellos, como empeño personal del propio rector de la Complutense, Carlos Berzosa, se celebrará un homenaje.