La mexicana Lila Downs canta con Carmen Paris y Martirio

Vuelve la mexicana Lila Downs con el espíritu de la taberna: con esas rancheras que tienen que ver con las tripas y la desesperación.

En Madrid habrá una pequeña sorpresa. O más bien dos. En el Cabaret Círculo, del Círculo de Bellas Artes, la cantante tendrá como invitada el sábado a Carmen Paris y el domingo contará con la presencia especial de Martirio. Con las dos piensa compartir algún bolero, quizá una copla y, probablemente, una canción tradicional de México.

Para su último disco, La cantina (entre copa y copa), en el que participó el acordeón de Flaco Jiménez, la cantante y compositora grabó rancheras como Tu recuerdo y yo o La tequilera con acentos de rock e incluso rastros de tecno y hip-hop. Son las canciones de Lola Beltrán, José Alfredo Jiménez, Pedro Infante o Lucha Reyes, que su madre le cantaba cuando ella era chiquita, y que quiso interpretar en versiones distintas. Esas canciones que uno canta en la cantina, cuando no encuentra consuelo en nada y se pide una botella de tequila para remediarlo.

Hija de una humilde cantante mixteca y de un pintor estadounidense de origen escocés, Lila Downs nació en Tlaxiaco, Estado de Oaxaca, pero creció en México y Minneapolis. Dividida siempre entre dos países y dos culturas. Sintiéndose rechazada por las dos partes. Su disco La línea/Border (2001) lo dedicó a los emigrantes -en su familia muchos cruzaron la línea ilegalmente- y Una sangre / One blood (2004), a las mujeres trabajadoras que han parido el fruto de sus ideales.

Su actual gira española se inició el martes en la Maestranza de Sevilla, y la llevará a Ceutí (Murcia) este viernes 17, a Barcelona el día 23 y a San Sebastián el 24 de noviembre. La voz de Lila Downs, que en la ceremonia de los Oscar de 2003 cantó junto a Caetano Veloso el tema principal de la película Frida, se puede escuchar en Los tres entierros de Melquiades Estrada. Y tiene planes cinematográficos: estudia trabajar en el próximo filme del mexicano Jorge Fons. Acaba de cantar en Shanghai y en diciembre lo hará en el Zócalo de Ciudad de México. "Lila, canta con alma, y si no, mejor ni cantes", le espetó un día su madre.