El juez imputa a tres altos cargos por el ruido de los aviones de El Prat

El presidente de AENA, Manuel Azuaga, deberá declarar como imputado junto con otros dos altos cargos del Gobierno por un delito contra el medio ambiente, en respuesta a la querella criminal que vecinos de Gavà y Castelldefels presentaron por el ruido que causan los aviones que sobrevuelan sus municipios desde que entró en servicio la tercera pista de El Prat. La titular del Juzgado número 3 de El Prat ha citado para el 20 de diciembre, además de a Azuaga, al director de Aviación Civil del Ministerio de Fomento, Manuel Bautista, y al director de Calidad Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Alejandre.

Los vecinos de Gavà Mar presentaron una querella contra AENA,organismo del que depende la aviación civil, y el Ministerio de Fomento acompañada de informes médicos que reflejaban una incidencia grave de los ruidos causados por los aviones en la salud de las personas. Posteriormente se personaron los vecinos de Castelldefels. El juez recopiló los informes forenses y las denuncias que a su vez recogieron los Mossos d'Esquadra entre la población, y ha determinado que los querellados pasen a ser considerados imputados. El objetivo de la querella es dilucidar "quién es el responsable de la entrada en servicio de la tercera pista", explicó ayer el abogado de los vecinos de Gavà Mar, David Jurado, que añadió que la infraestructura "ha provocado el sufrimiento de muchas personas durante dos años". Los vecinos de Gavà y Castelldefels también reclamaron la suspensión cautelar de la tercera pista, algo que no se ha llegado a hacer efectivo.

El presidente de la Plataforma Prou Soroll de Castelldefels, Josep Velasco, comentó que "se ha acabado la impunidad; AENA ha hecho lo que ha querido y ahora deberá responder como presunta responsable de un delito". El representante vecinal afirmó que la tercera pista, tal como fue concebida, "fue un error", y reclamó a las autoridades que "piensen antes de hacer las cosas y no echen los aviones contra los vecinos, sino contra el mar".

Protestas

Los vecinos de este municipio organizados en esta entidad han convocado en los últimos dos años numerosas manifestaciones para pedir que el aeropuerto opere sin provocar molestias en su municipio. La nueva configuración que adoptó AENA a finales de octubre ha solucionado el impacto acústico sobre Gavà Mar. Pero en Castelldefels sostienen que "no ha servido de nada", según la plataforma, ya que en los últimos días el 60% de las aeronaves continúan pasando sobre núcleos habitados.

El organismo que gestiona el aeropuerto se había comprometido a que los aviones despegarían hacia el mar y aterrizarían sobrevolando la Zona Franca, y sólo por fuerza mayor, en días en los que sopla viento de Levante, que son una media del 15%, lo harían pasando por Castelldefels. En la práctica, durante este otoño el viento de Levante sólo ha dejado de azotar el aeropuerto tres días. Por ello, los aviones "cruzan la zona comprendida entre la autovía y la playa, y es horroroso", explicó ayer la presidenta de la Asociación de Vecinos del barrio Gran Via Mar de Castelldefels, Pilar Guerra. Según aseguraron los vecinos, los aviones continúan provocando un ruido de entre 79 y 82 decibelios, tal como marcan los sonómetros que tienen en sus casas, cuando el máximo permitido es de 60.