Los rectores se oponen a que Universidades forme un macrodepartamento con Comercio y Turismo

La gestión de las universidades catalanas se ha revelado como otro desencuentro entre los negociadores de los tres partidos de izquierda para la formación del Gobierno catalán. La idea inicial de que Esquerra Republicana se haga cargo de un macrodepartamento de Comercio, Turismo e Industria que englobaría también Universidades levanta recelos en Iniciativa per Catalunya, en el PSC y, sobre todo, entre los rectores catalanes, que han pedido a los grupos del tripartito que reconsideren su posición y creen un departamento exclusivo de Universidades e Investigación.

Los rectores están molestos ante la posibilidad de que las universidades catalanas pasen a depender de un macrodepartamento que extendería sus competencias a materias que nada tienen que ver con ellas, como comercio y turismo. "Hay malestar" en las universidades, dijeron ayer varias fuentes consultadas de las universidades. Nadie, sin embargo, quiere salir personalmente a la palestra para expresar el malestar.

Los rectores entienden que si las competencias sobre universidades van a parar finalmente a un macrodepartamento tan heterogéneo como el que parece perfilarse en las negociaciones para la formación del nuevo Gobierno, será una muestra del poco interés del Ejecutivo catalán por esta área.

Hace seis meses, cuando el Departamento de Universidades se fusionó con el de Educación, algunas universidades ya mostraron su malestar. Este malestar fue expresado en voz baja porque la fusión de ambos departamentos se produjo en una situación extraordinaria, cuando Pasqual Maragall decidió expulsar a ERC del Gobierno por su oposición a defender el Estatuto en el referéndum. Fue una medida provisional para seis meses, hasta las elecciones. Ahora el malestar reinante es mayor ante lo que puede venir y se palpa en una cortés pero contundente misiva que enviaron hace unos días los rectores catalanes a los partidos políticos.

La Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP) expresaba su malestar de esta manera: "Los rectores de las universidades públicas catalanas, conocedores de la posibilidad de que el nuevo Gobierno se estructure en torno a una concentración de departamentos y de acuerdo con el espíritu del escrito que el 10 de octubre enviamos a los candidatos de cada partido y coaliciones que se presentaban a las elecciones, manifestamos nuestra confianza en que el nuevo Gobierno de Cataluña asumirá plenamente nuestras consideraciones y contará con una consejería y un departamento que, de manera exclusiva, trate de las políticas universitarias". La asociación catalana de universidades reúne a las siete públicas: la Autónoma de Barcelona, la de Barcelona, la Pompeu Fabra, la Politécnica de Cataluña, la Rovira Virgili, la de Girona y la de Lleida.

En auxilio de los rectores salió ayer Convergència i Unió, cuyo portavoz parlamentario, Felip Puig, reclamó también un departamento exclusivo de Universidades e Investigación. Puig habló de esta cuestión refiriéndose a los desacuerdos que, en su opinión, vuelven a agrietar el tripartito "antes de nacer".

Lo mismo dijo de las discrepancias internas que genera en el tripartito el debate sobre infraestructuras, con el Cuarto Cinturón y la interconexión eléctrica con Francia a través de los Pirineos como principales exponentes. Ayer fuentes de la dirección de Iniciativa se mostraron convencidas de que finalmente habrá acuerdo en estos aspectos a base de diluir los grandes desacuerdos en el programa del tripartito. "Las decisiones sobre la línea de alta tensión se van a tomar cuando llegue el momento de tomarlas, no antes", dijo ayer el portavoz parlamentario de ICV, Joan Boada.