El absentismo en la Ertzaintza roza el 13%, el nivel más alto en la última década

El absentismo laboral en la Ertzaintza subió al 12,59% hasta septiembre, unas décimas más que en 2005 y casi un punto sobre 2004. Se trata del nivel más alto alcanzado en la policía vasca en la última década. Aunque en las comisarías de las capitales, donde el absentismo es superior (el 15%) se ha reducido ligeramente, en el conjunto del cuerpo sigue aumentando, Interior admite que es un problema, pero aduce que las cifras son homologables con el resto de las policías. Los sindicatos creen que el problema es mayor, porque se concentra en las unidades que están más en la calle.

La ausencia de los ertzainas de sus puestos de trabajo sigue una tendencia creciente, a pesar de que en los tres últimos años ha decrecido la presión de ETA y su entorno, motivo que el departamento de Interior utilizó para explicar los altos índices en el pasado. Fuentes de Interior argumentaron ayer que la presión es similar, porque la "situación de alerta en el colectivo es la misma que cuando no había tregua, y esta situación interna no va a decaer hasta que ETA abandone definitivamente las armas". "A todos los efectos, la presión sobre el colectivo sigue siendo la misma por un sentido serio de la seguridad", aseguró un portavoz.

Los últimos datos sobre el absentismo en la Ertzaintza se contienen en la respuesta del departamento a una pregunta de la parlamentaria del PSE Joana Madrigal. Mientras que para Interior se trata de un problema grave, pero en un contexto de cierta igualdad respecto del resto de las policías españolas e incluso europeas, para los sindicatos policiales revela una situación de mayor gravedad.

"El porcentaje real es mucho mayor, porque el absentismo se concentra en los servicios que están en la calle", afirma Roberto del Agua, de CC OO. En su opinión, ese índice cercano al 13% es la media entre las unidades policiales que registran un alto absentismo y las que apenas lo sufren. "Estamos hablando de 1.000 bajas de media diarias [la plantilla total ronda los 7.500 agentes]. Eso es brutal y deja a algunos servicios sin casi efectivos", explica el portavoz de CC OO. ELA rehusó ayer comentar esta cuestión, mientras que fuentes de Erne criticaron que el departamento no les facilita los datos desglosados por unidades que solicita. Para este sindicato, mayoritaria en el cuerpo, el trato a los agentes, los traslados, y la falta de motivación son variables esenciales para comprender los problemas de salud que sufre la policía.

Bajas fraudulentas

El departamento insiste en que existe un porcentaje de bajas fraudulentas. En 2002, la Unidad de Inspección General incrementó en un 25% los expedientes disciplinarios relacionados con este motivo y con los incumplimientos del régimen de incompatibilidades. En una comparecencia en el Parlamento en 2004, el consejero de Interior, Javier Balza, concentró el problema del absentismo en un colectivo determinado de la Ertzaintza al que calificó de "bajistas profesionales", por acumular el mayor número de ausencias al trabajo.

El salto más importante en las cifras de absentismo se produce entre los años 2000 (ver cuadro) y 2002, coincidiendo con la ruptura por ETA de la tregua de Lizarra de 1998 y en un contexto de recrudecimiento de la actividad terrorista tras la tregua de la banda tras 16 meses sin atentados mortales.

En 2000 ETA cometió 70 atentados con 23 víctimas mortales, una actividad que fue decayendo a medida que avanzaba la presión policial. En la segunda mitad de 2002 la Ertzaintza y la Guardia Civil desarticularon 11 grupos de kale borroka y en ese mismo año y el siguiente la policía vasca golpeó el núcleo del complejo Donosti, -el denominado comando Buruntza-, y, en 2003, al comando Vizcaya.

En 2004, el número de asistencias en consulta a agentes que sufrían problemas psicológicos ascendió a 1.655, con un total de 785 ertzainas atendidos, de los que 417 cogieron la baja. A esta cifra se sumaron los 207 casos de bajas acumuladas del año 2003 por este motivo.

La parlamentaria socialista Joana Madrigal, que preguntó al Gobierno por ese problema, cree que es necesaria una "reflexión de toda la sociedad" para intentar frenar esta situación. Madrigal cree que el coste social y económico del absentismo en el sector público, y más en concreto en la Ertzaintza, requiere de un análisis con profundidad. "Queremos ayudar al Gobierno en este asunto y hacerlo de manera constructiva. Sería conveniente que el consejero de Interior comparezca en la Cámara a petición propia, con datos desglosados para reflexionar sobre este asunto. Si no lo hace, lo pediremos desde el grupo socialista", anunció.

La plantilla de la Ertzaintza a finales de octubre era de 7.478 agentes, a los que hay que sumar los 370 alumnos que se forman en la Academia de Arkaute.