Un fotógrafo muy sobón

Luis G.-R. M., de 26 años e informático, había urdido, según la policía, una complicada trama para intentar abusar de jóvenes a las que engañaba bajo la falsa profesión de productor de películas eróticas y fotógrafo de desnudos. El ahora detenido se anunciaba a través de Internet y suplantaba a profesionales del espectáculo y la moda para atraer a sus víctimas. Los investigadores creen que unas 50 mujeres han sufrido este engaño.

La forma de actuar de este informático era siempre la misma. Insertaba anuncios en páginas web en las que ofrecía hacer un reportaje fotográfico, decía ser diseñador de moda o productor de cine. Cuando las mujeres le mandaban sus currículos, Luis G.-R. daba un número de teléfono móvil y un correo electrónico que supuestamente pertenecía a un fotógrafo reconocido.

El acusado tiene pendiente un juicio en el que está acusado de violar a una menor

"Yo le llamé y me hizo las preguntas típicas de la edad, si tenía tiempo para ensayar y dónde había estudiado. También me dijo que iba a hacer un papel en la película Las edades de Lulú, que iba a rodar Bigas Luna [película que en realidad se estrenó en 1990]", señala una mujer de 22 años residente en Atocha.

Las chicas tenían que llamar al día siguiente a este falso productor, que no solía contestarlas al teléfono móvil. A los dos o tres días, les volvía a llamar y les decía cosas como que tenían que dejar su profesión o que no salieran con sus amigos, ya que éstos podían influir negativamente en su carrera. "Lo que más me mosqueó es que me pidió que no se lo dijera a mis padres porque había escenas de sexo", añade esta víctima.

El tercer paso era presentar a una tercera persona. Se trataba en este caso de un masajista y entrenador personal, que se encargaba de reconocer a las mujeres y darles algún masaje "para ponerlas a tono", según decía a sus víctimas. La zona donde quedaban para las citas ya era en sí extraña. Siempre elegía la Casa de Campo o el parque del Retiro. Y es lógico, porque el detenido vive con sus padres en Centro y no tiene sitio al que ir con sus víctimas. "Por la mañana trabaja como informático en la Castellana y por la tarde se dedicaba a engatusar a las mujeres", comentó el jefe de la sección de Pornografía Infantil de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT).

Las primeras denuncias cayeron gracias a la productora televisiva Globomedia, que está radicada en el pueblo de Fuencarral. Esta empresa recibió a mediados de verano varias llamadas procedentes de toda España (Murcia y el País Vasco, entre otros puntos) en las que algunas chicas se interesaban por algunas selecciones de actores. Preguntaban por mandos intermedios de Globomedia que no habían organizado ninguna oferta de trabajo con las características que decían las comunicantes: "Pedía fotos de los pechos y las caderas y que las mujeres nunca estuvieran sentadas. También les decía que si venían a Madrid tenían que estar dispuestas a todo y que él las convertiría en una estrella de televisión", según comentaron fuentes de Globomedia a este periódico. "También nos llamó una madre muy preocupada por lo que le acababa de decir su hija que tenía que hacer para conseguir un papel en una serie".

Los responsables de la productora denunciaron los hechos ante la policía. La BIT fue la encargada de investigar los hechos. El acusado fue rápidamente identificado gracias a los correos electrónicos y las llamadas que hacía de su teléfono móvil. Además, una de las víctimas le denunció porque intentó besarla en una cita. Eso permitió a la policía tener a una víctima que pudiera identificarlo sin ningún problema.

Las mujeres también han abierto un foro en Internet en el que se han contado las experiencias de este sobón. Según la vecina de Atocha, son muchas las mujeres afectadas. "Un día hablando de este tema en un bar con una amiga nos interrumpió una chica que también le había sufrido", afirma. "Conmigo intentó quedar en mi casa, pero me pidió cosas muy raras, como que me vistiera de Lulú y que me cambiara de ropa y de pelo. No le hice caso", explica esta mujer de 22 años.

Luis G.-R. es un viejo conocido de la policía. Ya fue detenido en 2003 y en 2004 acusado de hacerse pasar por un productor de películas pornográficas. También tiene pendiente un juicio en el que está imputado de violación a una menor. Por ello constaba en los álbumes policiales. El arrestado se ha negado a declarar. Será acusado de usurpación de estado civil y, posiblemente, de tentativa de agresión o de abuso, según fuentes del caso.