Zapatero responde a Batasuna que "con violencia, nada de nada"

El presidente el Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dio ayer la respuesta más rotunda que se le recuerda a los requerimientos de Batasuna para que cambie el curso de la justicia si quiere reservar el proceso de paz, al afirmar, en una rueda de prensa celebrada en Estambul, que los responsables de los actos de kale borroka "responderán por ellos" y que no habrá negociación alguna mientras no cese totalmente la violencia. "Con violencia", dijo, "nada de nada". También fijó claramente tres fases consecutivas para llegar a la solución dialogada.

"El proceso de paz en Euskadi exige, primero, ausencia de violencia; segundo, diálogo; y tercero, acuerdo de convivencia", señaló el presidente, que expresó así su determinación de que esas tres fases se sucedan de manera ordenada: "Esos son los tiempos, que tienen que partir necesariamente de la ausencia de violencia. Con violencia, nada de nada".

La creciente violencia callejera, los disturbios de la noche del viernes en el casco viejo de Bilbao, el intento de quemar vivo a un policía municipal, que fue rociado con gasolina, y la escalada de reproches y advertencias conminatorias del nacionalismo proetarra, con la reciente condena a 12 años de cárcel al terrorista Iñaki De Juana como referencia, constituyen el marco de esta intervención de Zapatero, que fue cuestionado al respecto por una periodista.

El presidente se negó a entrar a valorar si el proceso de paz está bloqueado o incluso ha experimentado un retroceso. "No me voy a sumar a los muchos que ya se dedican a analizarlo", señaló. Pero sí puso empeño en precisar "tres cosas". La primera: "Todo tipo de violencia, en este caso callejera, es absolutamente rechazable e inaceptable, y quien actúe así, responderá por ello".

En segundo lugar, recordó que el Gobierno trabaja con los principios de firmeza en el respeto al marco legal vigente y efectividad de la tregua que él mismo fijó en su intervención del pasado mayo en las Cortes, cuando anunció su intención de abrir el diálogo, así como con la perspectiva de que el objetivo del proceso es llegar a una situación en la que la violencia no pueda volver a tener cabida.

En tercer lugar, expuso la ya citada sucesión de fases, por la que sólo el cese de todo terrorismo, cualquiera que sea su intensidad, permitirá abrir el diálogo con ETA y posteriormente la negociación política que aspira a protagonizar Batasuna.

Zapatero dedicó un último apartado a reprochar una vez más la actitud del PP y sus constantes acusaciones, que llegan a sugerir extrañas connivencias del Gobierno con los terroristas. "Vivimos una especie de paradoja", dijo, "porque algunos se han dedicado a hacer oposición con el terrorismo. Primero, con los atentados del 11-M y ahora, casi a diario, con la violencia de ETA. Es una paradoja evidente, porque precisamente éstos son días en los que hace mucho tiempo que no tenemos víctimas mortales del terrorismo".

Horas antes, en Palma de Mallorca, la vicepresidente primera, María Teresa Fernández de la Vega, reclamó a ETA que "acredite de forma inequívoca su voluntad firme de poner fin de la violencia de forma definitiva", porque, advirtió, "no avanzaremos en el camino hasta que ETA no asuma que la violencia no conduce a nada", informa Andreu Manresa."Se ha de asumir que un Estado de derecho no se puede ser y estar si no es dentro de la ley", dijo De la Vega, al tiempo que calificó la posición del PP de "triste, desleal, antipatriota e impresentable".

El PP vasco destacó por contra la "preocupante impunidad" con la que actúan los responsables de los sabotajes y la política.

Según una encuesta dada a conocer ayer por el Gobierno vasco, el 31% de los ciudadanos está preocupado por el momento actual del proceso. La encuesta fue realizada el 30 y el 31 de octubre, cuando aún no se había producido el rebrote de la kale borroka. El 85% tiene esperanza de que en los próximos años se consolide la paz.