"Cinturón de castidad"

Ricardo Arranz, presidente de la Federación Española de Urbanizadores, consideró ayer que los límites al crecimiento urbanístico fijados en el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) constituyen una "generalización absurda". Este texto impedirá que las localidades aumenten en más del 40% su suelo urbanizable y que la población crezca por encima del 30% en periodos de ocho años.

Asimismo, Arranz aseguró que los planes subregionales de ordenación territorial "quieren imponer cinturones de castidad a los municipios, a los que se había dado libertad absoluta" para desarrollar sus planes generales de ordenación urbana.

Arranz tildó de "muy positiva" cualquier iniciativa pública encaminada a establecer un "crecimiento sostenible", pero advirtió que habrá municipios cuyo desarrollo urbanístico esté "más agotado". El presidente de los urbanizadores cree que algunas poblaciones podrían crecer por encima del 40% y otras no deberían superar el 20%. "Sería absurdo pensar que unos por otros deben sufrir una falta de desarrollo", agregó.

Las limitaciones que fijarán las normas están despertando la oposición de los regidores. "Ya hay una rebelión en contra de ese cinturón que no permitirá en muchos casos que los planes se desarrollen como quieren los votantes de alcaldes de todos los colores políticos", afirmó. Arranz criticó que la Junta pretenda introducir modificaciones en el POTA sin consensuarlas con el sector.