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Reportaje:

La hora de votar de los 'ertzainas'

Las quintas elecciones sindicales en la policía se presentan con un panorama muy abierto

Las sedes de los principales sindicatos de la Ertzaintza se encuentran estos días en plena ebullición. Las fotocopiadoras escupen decenas de folios por minuto y el correo electrónico no da abasto. Incluso es posible ver a todo un secretario general embuchando papeletas de sus candidatos, y eso que el colectivo policial vasco siempre se ha acercado a las urnas de forma mayoritaria. Si en 1998, cuando el sindicato Erne dirigido por Joseba Bilbao desbancó a la central nacionalista ELA, la participación alcanzó el 82,5%, en los últimos comicios, los de 2002, votó el 79,69% del censo.

Pese a esta alta participación, un veterano ertzaina de Tráfico y sindicalista no para de repetir durante estos días en las comisarías lo importante que es ir a votar: "Lo digo con claridad: si no votáis no hay horas sindicales, y entonces nadie se va a partir la cara por ti".

Dos incógnitas son la irrupción de un grupo de 'berrozis' y la desaparición de UGT
ELA, que ganó a Erne por 102 votos en 2002, ha tenido una escisión reciente, Esan

Más allá de la participación, estas elecciones se presentan con el panorama más abierto de las últimas convocatorias. Dos sindicatos, ELA y la central independiente Erne se juegan el liderazgo de la representación de los 7.527 ertzainas con derecho a voto que elegirán el 28 de noviembre a sus 60 delegados. En los últimos comicios, 102 votos inclinaron la balanza a favor de ELA, sumiendo a Erne en el desánimo más absoluto. Los resultados arrojaron un dato claro: Erne no rentabilizó el denominado Acuerdo de Arkaute de seguridad, firmado tras el asesinato por ETA en noviembre de 2001 de dos patrulleros en Beasain. Y, sobre todo, el sindicato fue incapaz de movilizar a sus propios afiliados. De los 2.800 que tenía, sólo les votaron 2.023. En 1998, Erne cosechó 2.956 papeletas, casi el 50% del voto.

ELA, por contra, que ha ganado todas las elecciones menos las de 1998, ha acreditado la capacidad de control de su militancia, lo que les ha asegurado una supremacía casi incontestable desde 1993. Sin embargo, la central nacionalista se enfrenta esta vez a la incógnita de cuántos votos le puede restar su reciente escisión, Esan. Este nuevo sindicato se presentó el 26 de abril pasado con su secretario general a la cabeza, Eneko Urkijo, y ha reforzado su oferta con la incorporación a sus listas de miembros del Sindicato Vasco de Policía (SVP), principalmente en Álava.

Otra pregunta que deberán responder las urnas será la incidencia de la desaparición de UGT, que históricamente había controlado unos 450 votos hasta su ruptura en 2002, cuando irrumpió una nueva marca, el Sindicato de Patrulleros de la Ertzaintza (Sipe), escindida de los ugetistas, y dejó a UGT en 173 sufragios y un delegado.

Comisiones Obreras, que ha ido mejorando poco a poco sus resultados -de los 214 votos de 1993 y dos delegados hasta los 778 de las últimas elecciones y nueve representantes-, ya se ha apresurado a decir que intentará "asumir la representación de los intereses laborales" de los afiliados a UGT.

La tercera incógnita por resolver el próximo día 28 será el tirón que pueda tener una nueva candidatura ligada a los berrozis (sección de escoltas de élite), Euspel, que sólo se presenta en Álava. En la mesa electoral Vitoria 1 es donde vota la unidad de protección. El censo de esa mesa incluye a 442 agentes, aunque junto a los berrozis allí vota también la jefatura de División de Recursos Operativos, Intervención, la unidad canina y de seguridad y los profesores.

El gran triunfador en 2002 en esa mesa fue ELA, con 165 votos (56,1%), muy por delante de Erne (75 votos y 25,51%), Comisiones (28 votos y 9,52%) y los 14 votos y 4,76% del Sipe. La irrupción de la nueva candidatura puede trastocar los resultados. Y dado que en 2002 ELA y Erne se jugaron el liderazgo por un puñado de votos, los próximos comicios en la policía vasca se presentan con las posibilidades más abiertas de toda su historia.

Y la última incógnita que se ventilará en los comicios: ¿Rentabilizará alguna central la firma del nuevo convenio, suscrito por Erne y CCOO en noviembre pasado tras una guerra con Interior de más de tres años?

El voto diferido, clave para ganar

Dicen quienes controlan los aparatos de los partidos políticos que los congresos se ganan siempre antes de su celebración efectiva. En la Ertzaintza, los principales sindicatos se han puesto a la tarea para trasladar esa regla de oro no escrita a las próximas elecciones en la policía vasca. En el caso de este cuerpo, la clave no está en el control de los compromisarios como en los partidos, sino en el voto diferido.

Los ertzainas pueden ejercer su derecho a voto de manera diferida desde el pasado jueves. Previamente, para poder votar han tenido que solicitar la certificación de que están incluidos en el censo electoral. En total son 7.527 los agentes con derecho a elegir a sus representantes sindicales en los próximos comicios. Con dicha certificación, los ertzainas obtienen además las papeletas de todas las candidaturas que se presentan.

Los datos que día a día se recojan en los tres centros habilitados para depositar estos sufragio por el sistema diferido -la comisaría de Vitoria, la de San Sebastián y la sede de la Junta Electoral, que se encuentra en Erandio- van a parar a manos de los miembros de la Junta Electoral.

En los anteriores comicios, el voto diferido sumó 1.824 papeletas, el 32% del voto emitido, que, según los datos oficiales, fueron 5.640 sufragios (incluidos los 121 blancos y los 35 nulos). El censo en 2002 se elevaba a 7.078 agentes. La participación alcanzó en los pasados comicios el 79,69%.

Con el voto diferido, los sindicatos pueden conocer de qué manera se está comportando el cuerpo electoral: si hay una gran movilización de votantes, en qué comisarías o en cuál de los tres territorios.

En esta ocasión, los trámites para obtener la certificación de que el agente está incluido en el censo se han simplificado, lo que puede ayudar a incrementar el voto diferido. Los agentes podrán elegir a sus representantes con este sistema hasta el 24 de noviembre. Y en los días restantes hasta el 28, las centrales podrán realizar el último esfuerzo interno para asegurarse de que al menos sus afiliados se acerquen a las urnas el día de los comicios.

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