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Reportaje:

Voladuras no lectivas

El alcalde de Torrelodones paraliza las explosiones controladas junto a dos colegios

Esther Sánchez

Los alumnos del instituto Diego Velázquez de Torrelodones se han hartado de soportar el estruendo de las voladuras y el repiqueteo de los martillos neumáticos procedente de las obras de construcción de un colegio concertado. Ayer, unos 600 estudiantes del instituto abandonaron las aulas y salieron a la calle a protestar. Algunos interceptaron el paso a los camiones. El director del instituto, Mario López, explica que la reacción se produjo debido a que la obra incumplió el requerimiento municipal de dejar los trabajos más ruidosos para después del horario escolar.

"Los ánimos están muy encendidos. El Ayuntamiento tenía que haber tomado medidas antes", sostiene López. Los 1.700 alumnos del colegio Los Ángeles y del instituto Diego Velázquez estudian desde el comienzo del curso acompañados por el ruido y el polvo que generan las obras de construcción del colegio concertado Peñalar. Las asociaciones de padres de ambos centros denunciaron los hechos ante la Guardia Civil y convocaron una manifestación de protesta.

La concentración se descon-vocó porque el alcalde, Carlos Galbeño, del PP, aseguró que no habría más voladuras ni ruidos. El Ayuntamiento envió ayer un requerimiento a la obra para que cesaran los trabajos más ruidosos hasta que finalizara la jornada escolar. "Pero a las 8.30, teníamos la misma intensidad de ruido. Y había programada una voladura para el mediodía", relata López.

El regidor se personó en la obra e instó al encargado a parar. "Parecía que todo había vuelto a la normalidad. Pero 10 minutos después, volvieron los ruidos", comentó López. Los estudiantes no aguantaron más. "No había forma de hacerles entrar en razón", afirma el director. Gritos de "fuera, fuera" inundaron la calle. "La Guardia Civil nos comentó que iban a empezar a identificarlos porque esto no estaba autorizado", explica el director de la asociación de padres, Mariano Rodríguez.

El primer edil volvió entonces a personarse en la obra alrededor de las 14.00. En ese momento habían cesado los ruidos. Sin embargo, Galbeño advirtió de que si se vuelve a incumplir el requerimiento municipal, se levantará un acta de infracción y se sancionará a los responsables.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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