Sobre la arquitectura en España
Uno de los aspectos más gratificantes de organizar la exposición On-Site: New Architecture in Spain (que se presentó en febrero en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y ahora se muestra en Madrid) ha sido poder observar el efecto catalizador que el evento ha tenido en el discurso arquitectónico contemporáneo. Que España tenga o no un "complejo transatlántico", como el profesor William Curtis sugiere en la entrevista publicada el 26 de octubre, es sin duda un elemento legítimo de dicho debate. No obstante, este tema puede verse desde otro punto de vista. Cuando la exposición se inauguró en Nueva York, algunos críticos afirmaron que el MOMA -y no España- estaba demasiado pendiente de lo que sucede al otro lado del océano.
Sin embargo, Curtis socava cualquier legitimidad que sus comentarios pudieran tener con su calumniosa insinuación de que la selección de proyectos para la exposición estaba condicionada por mi interés en posibles oportunidades profesionales en España.
Durante mis 15 años como conservador-jefe de arquitectura y diseño en el MOMA, he visto muchas cosas publicadas sobre mí y sobre los programas que he organizado; algunas positivas y otras negativas. Si bien eso es de esperar, los comentarios injustificados y falsos de Curtis constituyen sin duda el más notorio ejemplo de insulto personal que un diario importante haya nunca publicado. Aun así, lo lamento mucho más por los arquitectos cuyos proyectos, según se da a entender, se incluyeron por razones políticas y no por méritos propios. Es a ellos a quienes el profesor Curtis debe una disculpa.