"Me gusta ser un dinosaurio del cine"
Cualquier aficionado al cine sabe que Tonino Guerra, que nació en Santarcangelo (Italia) hace 86 años, es uno de los mejores guionistas europeos. Comenzó en 1956 con Antonioni (Blow up o El eclipse) y sus palabras se han oído también en las películas de Fellini, Vittorio de Sica, Theo Anghelopulos o Francesco Rosi. Pero sólo unos pocos conocen al verdadero Tonino Guerra, un hombre que convierte en arte cuanto toca (escritura, pintura, escultura, cerámica) pero, sobre todo, un poeta a tiempo completo. El autor de la historia que cuenta Amarcord está en la capital andaluza para recibir un homenaje del Sevilla Festival de Cine. Podrán verse cuatro de las películas que firmó junto a Rosi -a quien también homenajea el festival- y otras dos de dibujos animados que hizo junto a dibujantes rusos.
"La fantasía ha sido sustituida por las máquinas; pero puede estar bajo una piedra"
Pregunta. ¿Qué le parece el cine que se está haciendo ahora?
Respuesta. No creo en el cine como se hace ahora, ni siquiera creo que se deba caminar como se hace ahora. Deberíamos caminar con las manos y con los pies, tendríamos que volvernos más animales. Creo que deberíamos de llenarnos de humanidad, porque el hombre parece no tener más ideas. Ha arruinado el aire, la tierra, el agua... Ya lo único que espero es oír la noticia de que se ha descubierto un nuevo planeta parecido a la tierra y así las cosas podrían todavía empeorar.
P. Parece muy pesimista.
R. De todas formas me ha divertido ver como llovía en Sevilla esta mañana -por ayer- y como las hojas danzaban. Tengo una debilidad por España, no me olvidaré nunca del bosque de columnas de Córdoba y creo que Ronda es uno de los sitios más mágicos del mundo. He tomado algunas notas esta mañana.
P. Además de 80 guiones para grandes directores, usted ha escrito cuentos, novela, teatro y sobre todo poesía, ¿Piensa escribir algo sobre Sevilla?
R. Sevilla es una ciudad demasiado hermosa y la belleza muchas veces es aburrida. Cuando Visconti rodaba en Venecia buscaba siempre los callejones más feos. Seguro que se puede escribir la historia de un hombre que vive en Sevilla y no sale de su habitación, pero sería ridículo. La historia está siempre dentro de nosotros mismos, no fuera.
P. ¿Qué necesita el cine actualmente?
R. Sin duda, necesita un nuevo aliento porque la gente ya no se ama en el cine. Se ha perdido el ritual que reunía a la gente en una sala oscura mirando una película, tengo que reconocer que he visto muchos de los filmes de Buster Keaton mientras besaba a mujeres, por eso era una doble mezcla de divertimento. Después de la Segunda Guerra Mundial los italianos fueron capaces de hacer cosas buenas porque habían compartido el mismo sufrimiento.
P. ¿Qué recuerda de los grandes del neorrealismo italiano?
R. Fellini, un día antes de morir, le dijo al periodista Enzo Biagi: "Enamorarse otra vez". Él quiso decir que enamorarse es la cosa más bonita que regala la vida y él ya estaría pensando en hacerlo de Dios o de alguna monja. También recuerdo que una de las últimas veces que almorcé con Marcelo Mastroiani, cuando ya estaba muy enfermo,me dijo: "Tonino, la vida me ha dado mucho y yo le he dado mucho a la vida".
P. ¿Piensa que la industria está abusando de los efectos especiales?
R. La fantasía ha sido sustituida por las máquinas; aunque de vez en cuando se descubre debajo de una piedra. Yo soy muy amigo de Jean-Claude Carrière, el guionista de Buñuel, y el me contaba que cuando trabajaban juntos siempre llegaba un poco tarde a las citas. "Él siempre quiere que yo le pregunte en qué ha pensado ese rato", me explicaba mi amig,o porque Buñuel siempre decía que la fantasía tiene que ser entrenada.
P. ¿Conoce usted el trabajo de Rafael Azcona?
R. Es un gran guionista que ha tenido mucho éxito en Italia, es muy amado allí y, como yo, se está convirtiendo en un paquidermo. Nos enseñan de vez en cuando como si fuéramos dinosaurios. La verdad es que a mí me gusta ser un dinosaurio del cine, pero no de la poesía. Sigo escribiendo (la Colección Literaria Universidad Popular publicó en 2001 su Poesía completa traducida por Juan Vicente Piqueras).
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