Tres niñas agreden a una compañera de 13 años en Ponferrada

Andrea M., de 13 años, tiene la pierna derecha rota por la tibia, el tobillo y el peroné. Se cayó al suelo mientras era agredida por tres compañeras de clase el pasado 25 de octubre, según relata su padre. Desde entonces está convaleciente en su casa de Ponferrada y tiene miedo de volver al colegio. La pequeña había contado a sus padres que llevaba una semana recibiendo amenazas de las tres chicas. La Fiscalía de Menores está investigando los hechos.

"La fueron empujando y empujando y ella se caía una y otra vez", relata su padre

La presunta agresión tuvo lugar al finalizar las clases, sobre las 14.30. Andrea salía del centro escolar en el que cursa primero de la ESO, situado en el centro de Ponferrada, cuando tres compañeras de clase empezaron a insultarla, según relata su padre, Ramiro M. O. Las niñas llevaban toda la semana con una actitud hostil y violenta con ella.

Mientras caminaban por la calle tras Andrea, las compañeras fueron elevando el tono de los insultos. La niña les dijo que la dejaran en paz, a lo que ellas respondieron, siempre según la versión del padre de Andrea, que le había "tocado" y que se iban a "divertir" un poco. De los insultos pasaron a las manos en al menos dos ocasiones. Primero la agarraron del pelo, zarandeándola y después la arrojaron al suelo, donde, como consecuencia de la caída y de los golpes, la niña sufrió la rotura de la pierna por tres zonas y tiene varios moratones en la cabeza. "La fueron empujando y empujando hasta que se cayó una y otra vez", relata Ramiro M. O. "Con la mochila a cuestas se movía a duras penas y ellas se reían". Tras la última caída, ya no se pudo levantar y pidió auxilio a gritos.

Los hechos ocurrieron en el transcurso de unos 800 metros, desde el instituto hasta el bar San Remo, cerca del lugar de trabajo de la madre de Andrea. La niña fue atendida por dos médicos, que salieron del bar al oír los gritos y que diagnosticaron de inmediato las lesiones que padecía. Andrea fue trasladada al hospital del Bierzo, que dio parte a un juzgado de Ponferrada tanto de las lesiones como de lo relatado por la niña en ese momento.

El padre de Andrea ha asegurado que su hija está muy afectada, que no quiere salir de casa y que a media noche se despierta llorando. "No quiere saber nada de nadie, ni del tema", afirma. "Yo no hablo de esto en casa. Voy a respetar a mi hija y su silencio". Los padres de la pequeña afirman que, mientras sigan en el instituto las niñas que agredieron a Andrea, ésta no irá a clase. Reclaman un cambio de centro o un transporte escolar para que acuda al colegio.

Según explica la familia de Andrea, las agresoras la habían insultado en otras ocasiones por "llevar a clase una ropa u otra, modelitos...". Dos de las chicas habían sido sus amigas, pero la relación empeoró al entrar en la pandilla una tercera niña, "muy conflictiva", según el padre de Andrea.

La pequeña agredida ya había comentado a la familia los problemas que estaba teniendo con las tres compañeras de clase, por lo que, durante la última semana, su madre y su primo Tato, de 14 años, iban a buscarla al colegio para acompañarla a casa. El día de la agresión no pudo ir ninguno de los dos. El primo también ha recibido amenazas de las chicas, según relata la familia.

La dirección del instituto Virgen de la Encina de Ponferrada, donde Andrea cursa 1º de ESO, no se ha interesado por su estado de salud, según indica el padre, Ramiro M. O., pese a que admite que el tutor de la niña sí ha llamado varias veces para saber cómo estaba. Un representante del Ministerio de Educación se puso en contacto ayer mismo con la familia para asegurar que se iban a tomar cartas en el asunto.

También una de las madres de las niñas que agredieron a la pequeña ha llamado al domicilio de Andrea para saber cómo estaba. Dijo que su hija no había participado en la agresión de forma directa, pero que no la exculpaba porque había permanecido impasible -"al cuidado de las mochilas", según su versión- ante los insultos y agresiones de las que fue objeto Andrea por parte de las otras dos, según relata el padre de la menor.

La Fiscalía de Menores investiga esta supuesta agresión, según informó ayer la Subdelegación del Gobierno en León. Tras ser denunciados los hechos, las diligencias practicadas se remitieron a la Fiscalía de Menores.

La Inspección de Educación de la Junta de Castilla y León también investiga lo sucedido, según confirmó a Efe el delegado territorial de la Junta en León, Eduardo Fernández. La Junta ha aplicado el protocolo establecido para estos casos, "tratando de asegurar la privacidad" de la víctima, aseguró el delegado territorial.

"Parece que la agresión sucedió fuera del centro" educativo en el que estudia la menor, que sufrió "lesiones considerables", apuntó Fernández. El delegado expresó la "preocupación" de la Consejería de Educación por la situación de la chica afectada y subrayó que la Junta ofrecerá asesoramiento jurídico a su familia.

Respecto al traslado de centro pedido por la familia, "la consejería es partidaria de que se haga". En cualquier caso, la Junta hablará con la familia para establecer el ámbito geográfico en el que se puede producir el traslado de centro de la menor.

A expensas de que las investigaciones de la Policía y de Educación determinen los hechos, Fernández apuntó que si éstos se confirman, "la Junta aboga por el máximo rigor de las medidas disciplinarias".