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Una exposición revisa en San Sebastián el trabajo del dibujante de cómics Paco Alcázar

La Semana de Cine Fantástico y de Terror muestra su evolución en el centro Okendo

El autor de cómics Paco Alcázar (Cádiz, 1970) inició su andadura dibujando chistes siniestros que apostaban por el gore pringoso, el sexo enfermizo y la mutación de la carne. Con el tiempo ha crecido hacia un estilo menos "bestia", pero igual de hilarante, poblado de personajes dementes, ineptos y desesperados. La Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián ha organizado en el centro cultural Okendo una exposición que revisa la evolución de un dibujante más interesado en contar historias que en plasmar las escenas de cada viñeta.

Alcázar se siente "más guionista que dibujante", en el sentido de que le apetece más "contar cosas que plasmarlas". Pero realmente es "un autor de cómics", porque es un campo que le permite "controlar el cien por cien de la obra". En cambio, en el cine o la televisión "hay demasiados intermediarios". "Y para los que nos hemos vuelto muy maniáticos de controlar hasta el mínimo detalle, eso te echa un poco para atrás", comentó ayer durante la presentación de la exposición organizada por la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, dentro de sus Jornadas del Cómic.

La muestra podrá verse en el centro cultural Okendo hasta el próximo 9 de diciembre y lleva por título ¡Yo lo hice! ¿Por qué? Es una manera de "admitir todo lo que has hecho, para bien o para mal", dijo Alcázar. De hecho, sus contenidos recorren cronológicamente la carrera y la evolución del dibujante. "Me encanta el orden cronológico, porque el tiempo te da una visión de cómo ocurren las cosas, más que las visiones por temas o por estilos", destacó.

¡Yo lo hice! se remonta a los primeros trabajos de Alcázar. Son "odas al despedazamiento hilarante y a un humor negro, ácido e irónico, que quedaron reflejadas en obras como The Lovesucks Experience (Monográfico), Escarba, escarba (Subterfuge Comix) o Moho (Ediciones D2ble D2sis), tras plasmarse en incontables fanzines", escribe Borja Crespo, el comisario de la muestra, en la documentación que acompaña a la misma.

Con los años, llegó un momento en el que Alcázar se dio cuenta de que no hacía más que "repetirse" y de que aquellas tiras "tan bestias" ya no le hacían "gracia", admitió el dibujante. Empezó entonces a evolucionar hacia "otra visión de las cosas" y hoy se siente "cómodo" con personajes como Silvio José, quien se asoma todas las semanas a las páginas de El Jueves. Es un tipo que, pese a superar los cuarenta, sigue viviendo con su padre y se pasa el día en pijama y comiendo salchichas.

Es un personaje "patético" de los que gustan a Alcázar. "No soy capaz de ver la realidad de una manera épica, ni heroica. Vivimos en un mundo tragicómico, y así son mis tebeos. Pero mi intención no es ponerme por encima. Intento ponerme a la altura de mis personajes, que son tan tristes como yo o cualquiera de los que vivimos en este mundo", afirmó.

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