Un 'thriller' sobre la guerra y los totalitarismos

Ha mezclado realidad y ficción para construir El tiempo de los emperadores extraños (Alfaguara) y adentrarse en las acciones que realizó la División Azul en el frente de Leningrado. Los asesinatos de varios soldados que formaban parte de ese grupo le permiten al autor, Ignacio del Valle (Oviedo, 1971), abordar un relato en el que reflexiona sobre el horror de la guerra, los totalitarismos y el comportamiento humano en situaciones límite. "No me parece mal que haya que revisar constantemente la historia y es necesario recuperar la memoria para no volver a cometer, o al menos intentarlo, los mismos errores. Si no recordamos el pasado no podremos pensar en el futuro", asegura Del Valle.

La intriga de la novela comienza cuando el soldado Arturo Andrade recibe, junto al sargento Espinosa, la misión de encontrar el móvil y al culpable de una serie de crímenes. Sin embargo, los protagonistas no tardarán en verse envueltos en una oscura trama de "horrores y secretos gracias a los cuales se descubrirán a sí mismos. El único misterio de esta novela es el hombre y su protagonismo en la historia", explica Del Valle, quien ha recurrido al thriller porque "es un género apropiado para detallar las reacciones de los protagonistas, cuyas investigaciones conducirán a un lugar donde reina el vacío y el absurdo. Personajes que no por caóticos son menos reales".

¿Por qué ha elegido Del Valle la División Azul? Porque el escritor considera interesante el periodo histórico de 1939 a 1945 y porque, según dice, en los últimos años no se ha tratado mucho en la literatura un tema como el de ese grupo de militares españoles que durante la II Guerra Mundial fueron enviados a la URSS. "Los personajes me llevan a profundizar sobre el mal y las situaciones que viven observadas por el lector como si fuese un espectador de una película", señala Del Valle, quien habla también de la influencia del cine en su literatura: "Toda mi obra está contaminada por el cine, es tremendamente visual. Trato de contar con la máxima sencillez historias profundas".

Los inquietantes rituales masónicos que rodean los crímenes, las intrigas del poder militar, una serie de personajes a quienes la guerra despojó de toda humanidad, y los 40 grados bajo cero que reinan en Leningrado son elementos que conforman la novela de Ignacio del Valle, y que forma parte de una trilogía. En la primera entrega, El arte de matar dragones, Del Valle centró la trama en el tráfico de obras de arte durante la posguerra española. Ahora, el soldado Arturo Andrade, protagonista de ambas novelas, se embarca en la División Azul, la escuadra de voluntarios españoles que sirvió al bando alemán durante la II Guerra Mundial.

Andrade es un soldado ordinario que, según el autor, "es elegido para guiar la investigación por su curiosidad y su capacidad de retener detalles, y que descubrirá la traición que significó el envío de soldados a la inmensa trampa que fue la Unión Soviética, donde murieron 5.000 personas". El escritor desvela en su novela las guerras secretas que mantuvieron la Falange y el Ejército en medio de los ataques rusos. "He tratado de reflexionar sobre los totalitarismos de todo género, tanto políticos como religiosos". El helador y omnipresente frío de Leningrado es un personaje más de la historia que "se convierte en una inmensa trampa y condiciona las decisiones de los protagonistas".