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Los islamistas detenidos en Cataluña alegan que el napalm era para piscinas

El FBI asegura que poseían sustancias para fabricar explosivos

Los seis presuntos islamistas del denominado comando Dixan detenidos en Cataluña, cuyo juicio se inició ayer en la Audiencia Nacional, sostuvieron que las sustancias que tiraron a la basura, y que según un informe del FBI sirven para fabricar "napalm casero", eran productos que utilizaron para la limpieza de piscinas y para reparar las juntas del baño. El fiscal pide para ellos un total de 142 años de prisión por estimar que preparaban atentados.

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Proceso por una caricatura

Los seis presuntos islamistas se presentaron ante el tribunal como un grupo de inmigrantes argelinos de diversas procedencias, huidos de su país por el caos o la falta de trabajo y que nada tienen que ver con una célula integrista radical que proyectase un atentado contra una base militar del sur de España. El fiscal, sin embargo, les considera integrantes de una "célula terrorista de carácter integrista islámico", cuya finalidad era prestar apoyo a una célula terrorista francesa que perseguía realizar atentados "mediante productos tóxicos, químicos o bacteriológicos" contra objetivos europeos. En las afueras de la Audiencia, un grupo de unos 20 simpatizantes seguía el proceso.

El proceso al denominado comando Dixan -bautizado así irónicamente en alusión a una marca de detergente- gira en torno a la convicción que el tribunal se forme respecto a las pruebas aportadas por los investigadores que estuvieron vigilando un piso de la localidad de Bañolas (Girona) donde se alojaban los supuestos islamistas.

Éstos habían depositado en la basura bidones con restos de un producto denominado "finish care" que según indicaron, utilizaban dos de ellos en la fábrica de piscinas donde trabajan. También admitieron haber tenido en su poder acetona, "para limpiar pinceles" y una resina que utilizaron, según dijeron, para reparar juntas de bañeras.

Sin embargo, un informe del FBI fechado en julio de 2003 determinó que si la resina de bañeras, un líquido inflamable derivado del petróleo, se mezcla con el material denominado "finish care" (líquido compuesto sobre todo por estireno), el resultado es una sustancia abrasiva denominada "napalm casero" y susceptible de ser utilizada como un componente más de artefactos explosivos.

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Mohamed Taharoui, el principal acusado, para el que el fiscal pide en conclusiones provisionales 32 años de prisión como dirigente de la célula, admitió haber comprado un teléfono móvil y tener un ordenador, pero rechazó que el primero fuese de la marca "Trium" y tuviese orificios preparados para detonar explosivos o que el ordenador, que, según dijo, carecía de sistema operativo le hubiese servido para escanear documentación falsa. Documentación de la que Tarahoui dijo: "nunca ha estado en mi poder, no la he visto nunca".

Smail Boudjelthi, alias Larbi Ben Ahmed, salió de Argelia con documentación falsa y admitió haber pertenecido a una falange del partido Frente Islámico de Salvación (FIS), que ganó las elecciones en su país, pero que no pudo gobernar por un golpe militar. Identificado por una grabación en vídeo como el que tiró a la basura dos bidones de "finish care", Larbi quitó importancia al hallazgo: "Normalmente tiro la basura, pero lo que lleva dentro no lo sé". Preguntado por el fiscal si había tirado una bolsa con documentación a la basura, dijo que no lo recordaba.

El dibujo de una calavera

Los hermanos Ali y Souhil Zabier Kaouka, habitantes también del piso de Bañolas, mantuvieron versiones similares a las de los demás. Souhil detalló, sin embargo, que él era el propietario de una botella de agua en cuya etiqueta aparecía dibujada a bolígrafo una calavera, y que contenía el líquido altamente inflamable que él identificó como una resina. Explicó que el dibujo lo hizo para que otros que trabajaban en su empresa no bebiesen agua de su botella, que luego utilizó para traerse de la fábrica de piscinas una resina para reparar la bañera del piso.

Mohamed Nebbar, negó ser el "ingeniero electrónico" del grupo que presentó el fiscal y aseguró que sólo había cursado estudios de ingeniería eléctrica en su país, profesión que ni siquiera llegó a ejercer.

Mohammed Amine Benaorua, alias Zacarías, reclamado por Argelia donde está condenado a muerte, admitió haber participado a la legión Falcone del FIS por las venganzas que afectaron a su familia pero negó haber luchado porque "ya se estaba negociando la paz". Zacarías también negó que los viajes que hizo a la localidad francesa de Grenoble hubiesen sido para entrevistarse con el activista islamista Noureddine Merabet, detenido posteriormente en Francia y sostuvo que los viajes fueron para pasar el Ramadán con su hijo y ver a la familia.

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